El último informe de BBVA Research, titulado Situación Argentina, proyecta un crecimiento del producto bruto interno (PIB) del 5,5% para el año 2025. Este avance se fundamenta en la recuperación de la inversión privada y el dinamismo de las exportaciones, mientras que el consumo privado experimentará una recuperación más gradual, acompañando la recomposición de los salarios reales y una mayor disponibilidad de crédito.
El análisis indica que la mejora en los fundamentos macroeconómicos se sostiene en varios pilares. En primer lugar, la consolidación de la disciplina fiscal, que permitirá mantener un superávit primario estimado en 1,6% del PIB para 2025. A ello se suma la flexibilización de gran parte de las restricciones cambiarias, que ha liberalizado el mercado para individuos y no residentes, junto con la implementación de un esquema monetario basado en metas de agregados monetarios. En este sentido, el informe resalta que «el nuevo acuerdo con el FMI disminuye incertidumbres respecto de la solvencia del Tesoro Nacional», contribuyendo a un clima de mayor confianza.
El Gobierno nacional también avanzó en la flexibilización cambiaria, habilitando a las compañías a repatriar dividendos al exterior a partir de 2026. Se estableció un régimen de flotación cambiaria entre bandas deslizantes, con límites inferior y superior que se ajustan mensualmente. Esta medida ha impactado favorablemente en la inflación, que en mayo registró su nivel más bajo en cinco años, con un 1,5% mensual. En este contexto, BBVA Research proyecta una inflación anual del 30% para 2025 y una reducción al 18% en 2026.
Evolución sectorial y comercio exterior
El informe señala una marcada heterogeneidad sectorial, con un mayor impulso en bienes durables y un rezago en consumo masivo e industria manufacturera. Las exportaciones crecerían un 2,5%, mostrando mayor dinamismo en el sector energético. Sin embargo, el déficit de la cuenta corriente se ubicará alrededor del 1,8% del PIB, debido principalmente al aumento de las importaciones que acompañan la recuperación económica y la apertura gradual de restricciones. Además, el déficit responde a un tipo de cambio fortalecido que incentiva el consumo de servicios externos, especialmente turismo emisivo.
A pesar de la heterogeneidad sectorial, el informe sostiene que «persiste el optimismo a medida que se consolida la estabilización económica, lo cual sienta una base más firme para un crecimiento sostenido». En este sentido, se subraya la importancia de avanzar en una agenda de reformas estructurales para potenciar la productividad y sostener el crecimiento en el mediano plazo.
Régimen monetario y mercado laboral
En materia monetaria, el Banco Central abandonó a mediados de abril el esquema de crawling peg para adoptar un régimen de flotación entre bandas. Este cambio ha permitido una mayor estabilidad cambiaria y una remonetización de la economía. El nuevo régimen monetario impone metas sobre el “M2 transaccional”, que incluye dinero circulante y depósitos a la vista no remunerados, con un crecimiento permitido de hasta 53% interanual para 2025.
La recuperación económica también se refleja en el mercado laboral, donde se observa una recomposición salarial y una mejora progresiva del empleo formal, aunque con signos de enfriamiento en el primer trimestre de 2025.
Perspectivas y desafíos
BBVA Research proyecta que la economía argentina crecerá por encima del promedio regional, con un 5,5% en 2025 y un 4% en 2026, en un contexto de mayor estabilidad macroeconómica, disciplina fiscal y apertura cambiaria. No obstante, destaca que el principal desafío será sostener esta recuperación mediante reformas estructurales que impulsen la productividad y la inversión.
El informe completo está disponible en la página oficial de BBVA Research, bajo el título Situación Argentina junio 2025.