El presidente uruguayo, Jorge
Batlle, ofreció hoy sus “disculpas públicas” al presidente Eduardo
Duhalde y “al pueblo argentino”, y con lágrimas en los ojos,
admitió que cometió “un error” cuando se refirió al país en
términos ofensivos.
Duhalde, a su vez, dio “por terminado” el conflicto desatado
por Batlle, y destacó “la hidalguía” de su par uruguayo, durante
una entrevista que ambos jefes de Estado mantuvieron en el chalet
de la quinta presidencial de Olivos.
“No me cuesta pedirle disculpas al pueblo argentino y a usted.
Para nada me cuesta. Es de hombre sano hacerlo. Lo hago con el
fervor que tengo por las cosas de nuestras ambas patrias, a las
que me siento ligado por la historia y por mi vida familiar”, dijo
Batlle.
El presidente uruguayo afirmó que pasó “un día de absoluto y
auténtico calvario” en la víspera, cuando se difundieron sus
declaraciones al canal Bloomberg, en las que calificó de “manga de
ladrones” a “todos los argentinos” y dijo que el presidente
Duhalde carecía de fuerza y respaldo.
“Me sacaron de las casillas y provocaron mi enojo en un tiempo
en el que hace cuatro días, el jueves, recién salíamos de un
`stress` y de una presión de cinco meses continuados en el que
Uruguay estuvo al borde de una situación casi insalvable”, explicó
Batlle ante Duhalde, en un pronunciamiento conjunto que fue
televisado.
Mientras pronunciaba su disculpa pública, cuando recordó que
hizo “la escuela primaria” en la Argentina y que vivió “en una
pensión” del barrio porteño de Belgrano, Batlle derramó algunas
lágrimas.
“Al igual que usted, que sus antepasados vienen de allá, yo fui
a la escuela primaria acá. Yo estuve acompañando a mi familia que
estaba deportada en la Argentina. Hice el primer grado en
Belgrano, vivíamos en la pensión Kaiser, todos en una sola pieza”,
dijo el presidente uruguayo.
Batlle agregó: “soy una persona que tiene sentimientos muy
claros, para bien o para mal, soy una persona que ha estado toda
la vida trabajando en política, que he sabido asumir
responsabilidades a lo largo de mi vida y también sé que es propio
de los seres humanos equivocarnos”.
Por su parte, Duhalde admitió que Batlle cometió “un error que
ha mortificado al pueblo argentino”, pero destacó la “hidalguía”
de su par uruguayo por concurrir a disculparse.
“Estoy seguro que argentinos y uruguayos no sólo por nuestra
historia y nuestro presente, sino por las luchas que tendremos en
el futuro, no sólo olvidaremos este episodio, sino que nadie podrá
desunirnos”, añadió Duhalde, antes de dar “absolutamente por
terminado” el episodio.
Al finalizar, y ante las cámaras de televisión, Duhalde
esterechó la mano de Batlle y ambos se palmearon la espalda.
Batlle llegó por la mañana al Aeropuerto Internacional de
Ezeiza en un helicóptero oficial, donde fue recibido por el
vicecanciller Jorge Faurie y el embajador uruguayo en la
Argentina, Alberto Volonté, y de allí se dirigió directamente a
Olivos.
La gestión personal de Batlle se desarrolló luego de que en la
víspera desató un escándalo diplomático tras asegurar que “los
argentinos son una manga de ladrones, del primero hasta el
último”, y rechazar la posibilidad de plantearle su visión a
Eduardo Duhalde porque “no tiene fuerza política ni respaldo” como
para modificar esa realidad.
“Los argentinos se la pasan diciendo ´a ver quién es el
culpable de no ayudarnos´, y no se dan cuenta de que tienen que
ayudarse a si mismos. Y no se dan cuenta de que el idioma que
hablan no existe más en el mundo”, dijo Batlle muy enojado, casi a
los gritos.
Ayer, tras conocerse las declaraciones formuladas el jueves
último, Batlle aseguró sentirse “agraviado” por la difusión de un
diálogo informal con periodistas y acusó a la empresa de TV de
“tomar la grabación de una conversación que nada tenía que ver con
la entrevista”.
Luego de la explicación oficial que difundió desde el palacio
Libertad –sede del gobierno uruguayo– Batlle se comunicó con el
presidente Eduardo Duhalde y ofreció viajar a Buenos Aires para
presentar sus excusas en forma personal.
Duhalde aceptó esa alternativa y lo invitó a visitarlo en
Olivos, como cierre de una tarde cargada de tensión que provocó la
reacción de legisladores y políticos argentinos.
Fuente: Noticias Argentinas
El presidente uruguayo, Jorge
Batlle, ofreció hoy sus “disculpas públicas” al presidente Eduardo
Duhalde y “al pueblo argentino”, y con lágrimas en los ojos,
admitió que cometió “un error” cuando se refirió al país en
términos ofensivos.
Duhalde, a su vez, dio “por terminado” el conflicto desatado
por Batlle, y destacó “la hidalguía” de su par uruguayo, durante
una entrevista que ambos jefes de Estado mantuvieron en el chalet
de la quinta presidencial de Olivos.
“No me cuesta pedirle disculpas al pueblo argentino y a usted.
Para nada me cuesta. Es de hombre sano hacerlo. Lo hago con el
fervor que tengo por las cosas de nuestras ambas patrias, a las
que me siento ligado por la historia y por mi vida familiar”, dijo
Batlle.
El presidente uruguayo afirmó que pasó “un día de absoluto y
auténtico calvario” en la víspera, cuando se difundieron sus
declaraciones al canal Bloomberg, en las que calificó de “manga de
ladrones” a “todos los argentinos” y dijo que el presidente
Duhalde carecía de fuerza y respaldo.
“Me sacaron de las casillas y provocaron mi enojo en un tiempo
en el que hace cuatro días, el jueves, recién salíamos de un
`stress` y de una presión de cinco meses continuados en el que
Uruguay estuvo al borde de una situación casi insalvable”, explicó
Batlle ante Duhalde, en un pronunciamiento conjunto que fue
televisado.
Mientras pronunciaba su disculpa pública, cuando recordó que
hizo “la escuela primaria” en la Argentina y que vivió “en una
pensión” del barrio porteño de Belgrano, Batlle derramó algunas
lágrimas.
“Al igual que usted, que sus antepasados vienen de allá, yo fui
a la escuela primaria acá. Yo estuve acompañando a mi familia que
estaba deportada en la Argentina. Hice el primer grado en
Belgrano, vivíamos en la pensión Kaiser, todos en una sola pieza”,
dijo el presidente uruguayo.
Batlle agregó: “soy una persona que tiene sentimientos muy
claros, para bien o para mal, soy una persona que ha estado toda
la vida trabajando en política, que he sabido asumir
responsabilidades a lo largo de mi vida y también sé que es propio
de los seres humanos equivocarnos”.
Por su parte, Duhalde admitió que Batlle cometió “un error que
ha mortificado al pueblo argentino”, pero destacó la “hidalguía”
de su par uruguayo por concurrir a disculparse.
“Estoy seguro que argentinos y uruguayos no sólo por nuestra
historia y nuestro presente, sino por las luchas que tendremos en
el futuro, no sólo olvidaremos este episodio, sino que nadie podrá
desunirnos”, añadió Duhalde, antes de dar “absolutamente por
terminado” el episodio.
Al finalizar, y ante las cámaras de televisión, Duhalde
esterechó la mano de Batlle y ambos se palmearon la espalda.
Batlle llegó por la mañana al Aeropuerto Internacional de
Ezeiza en un helicóptero oficial, donde fue recibido por el
vicecanciller Jorge Faurie y el embajador uruguayo en la
Argentina, Alberto Volonté, y de allí se dirigió directamente a
Olivos.
La gestión personal de Batlle se desarrolló luego de que en la
víspera desató un escándalo diplomático tras asegurar que “los
argentinos son una manga de ladrones, del primero hasta el
último”, y rechazar la posibilidad de plantearle su visión a
Eduardo Duhalde porque “no tiene fuerza política ni respaldo” como
para modificar esa realidad.
“Los argentinos se la pasan diciendo ´a ver quién es el
culpable de no ayudarnos´, y no se dan cuenta de que tienen que
ayudarse a si mismos. Y no se dan cuenta de que el idioma que
hablan no existe más en el mundo”, dijo Batlle muy enojado, casi a
los gritos.
Ayer, tras conocerse las declaraciones formuladas el jueves
último, Batlle aseguró sentirse “agraviado” por la difusión de un
diálogo informal con periodistas y acusó a la empresa de TV de
“tomar la grabación de una conversación que nada tenía que ver con
la entrevista”.
Luego de la explicación oficial que difundió desde el palacio
Libertad –sede del gobierno uruguayo– Batlle se comunicó con el
presidente Eduardo Duhalde y ofreció viajar a Buenos Aires para
presentar sus excusas en forma personal.
Duhalde aceptó esa alternativa y lo invitó a visitarlo en
Olivos, como cierre de una tarde cargada de tensión que provocó la
reacción de legisladores y políticos argentinos.
Fuente: Noticias Argentinas