Banca japonesa, a punto de vivir otra racha de fusiones

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Tres futuros gigantes financieros se ciernen sobre el horizonte de Asia oriental. Primero, debe resolverse la pelea de dos bancos en pos de un tercero, algo que nunca había ocurrido en Japón. Pero la novela recién comienza.

Expertos independientes, firmas de valores y los propios bancos dicen casi lo mismo: los conglomerados actuales y los venideros operarán cada vez más como bancas inversoras globales. En otras palabras, competirán con Citigroup, Union des Banques Suisses, Goldman Sachs o similares. Esta misma semana, esto se tornó más evidente al anunciar Mitsubishi Tokyo Financial Group (MTFG), finalmente, una oferta en firme para comprar UFJ Holdings en US$ 29.000 millones.

Pero, de inmediato, Sumitomo Mitsui Financial Group (SMFG) le recordó que, tiempo atrás, había ofrecido casi 15% más. Pero, al parecer, los accionistas prefieren fusionarse con el primer banco en activos (MTFG) y no con el tercero, SMFG. Ahora bien, ocurre que UFJ (ex Fujitsu) es el segundo. Por ende, es un juego entre líderes que recién se resolverá –si alguno de los dos oferentes no abandona- durante la asamblea anual ordinaria de UFJ, en junio.

Como en otros sectores y mercados, los grupos banqueros nipones actuales resultan de fusiones, generalmente hechas hace más de una década. El fenómeno que asoma hoy es, entonces, una segunda generación y se traducirá en tres, a lo sumo cuatro conglomerados.

Si, al final, MTFG absorbe UFJ, surgirá el grupo de servicios financieros mayor del planeta. Al menos en activos, pues –con US$ 1,8 billón, superará a Citigoup que, curiosamente, ha empezado a achicarse y abandona segmentos enteros. A juicio de observadores norteamericanos, en corto plazo Tokio será sede de tres entre los cuatro conglomerados del globo.

Ocurre que SMFG está negociando una “fusión alternativa” a la de UFJ. En este caso, con Daiwa Securities Group (DSG), la segunda firma bursátil del Sol Naciente. Si cristalizase, el matrimonio asumiría activos por US$ 1,4 billones. Eso también dejaría atrás a Citigroup y, de paso, a Mizuho Financial Group (MFG).

Por supuesto, las grandes firmas de valores y los bancos de la Unión Europea quedarían en el segundo pelotón. Además, los futuros gigantes japoneses pondrían en aprietos a Merrill Lynch y Goldman Sachs, hoy con notable presencia en Tokio.

Expertos independientes, firmas de valores y los propios bancos dicen casi lo mismo: los conglomerados actuales y los venideros operarán cada vez más como bancas inversoras globales. En otras palabras, competirán con Citigroup, Union des Banques Suisses, Goldman Sachs o similares. Esta misma semana, esto se tornó más evidente al anunciar Mitsubishi Tokyo Financial Group (MTFG), finalmente, una oferta en firme para comprar UFJ Holdings en US$ 29.000 millones.

Pero, de inmediato, Sumitomo Mitsui Financial Group (SMFG) le recordó que, tiempo atrás, había ofrecido casi 15% más. Pero, al parecer, los accionistas prefieren fusionarse con el primer banco en activos (MTFG) y no con el tercero, SMFG. Ahora bien, ocurre que UFJ (ex Fujitsu) es el segundo. Por ende, es un juego entre líderes que recién se resolverá –si alguno de los dos oferentes no abandona- durante la asamblea anual ordinaria de UFJ, en junio.

Como en otros sectores y mercados, los grupos banqueros nipones actuales resultan de fusiones, generalmente hechas hace más de una década. El fenómeno que asoma hoy es, entonces, una segunda generación y se traducirá en tres, a lo sumo cuatro conglomerados.

Si, al final, MTFG absorbe UFJ, surgirá el grupo de servicios financieros mayor del planeta. Al menos en activos, pues –con US$ 1,8 billón, superará a Citigoup que, curiosamente, ha empezado a achicarse y abandona segmentos enteros. A juicio de observadores norteamericanos, en corto plazo Tokio será sede de tres entre los cuatro conglomerados del globo.

Ocurre que SMFG está negociando una “fusión alternativa” a la de UFJ. En este caso, con Daiwa Securities Group (DSG), la segunda firma bursátil del Sol Naciente. Si cristalizase, el matrimonio asumiría activos por US$ 1,4 billones. Eso también dejaría atrás a Citigroup y, de paso, a Mizuho Financial Group (MFG).

Por supuesto, las grandes firmas de valores y los bancos de la Unión Europea quedarían en el segundo pelotón. Además, los futuros gigantes japoneses pondrían en aprietos a Merrill Lynch y Goldman Sachs, hoy con notable presencia en Tokio.

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