Aznar: “Siria es un país amigo”

El presidente español aseguró además que "no es un objetivo para nadie". En tanto, el vicepresidente primero, Mariano Rajoy, manifestó que su gobierno defenderá la "moderación frente a Siria".

15 abril, 2003

“No existe por parte de nadie la más mínima intención ni pretensión de extender ninguna situación conflictiva en relación con Siria”, puntualizó Aznar. Y agregó que se trata de activar “todos los elementos de cooperación para que la estabilidad en la zona sea una realidad y no solamente sea una aspiración de futuro”.

Por su parte, el vicepresidente Rajoy manifestó que lo más “sensato y equilibrado” es hacer una petición a Damasco “para que no acoja a Sadam Husein y a sus colaboradores”. “A partir de ahí, creo que las cosas van a volver a su cauce”, dijo, apuntando la necesidad de realizar un importante esfuerzo diplomático.
Y concluyó: “no hay ninguna amenaza de conflicto bélico y el Gobierno no tiene ninguna constancia de que Siria tenga armas químicas”.

Así la opinión moderada española se sumó a la que Gran Bretaña realizó este lunes. Ambas le muestran al presidente norteamericano, George Bush, que para una eventual invasión a Siria no contará con el apoyo que tuvo para la operación en Irak.
Quizás esto baste para desalentar al primer mandatario norteamericano o quizás sea el comienzo de un nuevo y arduo camino hacia la obtención del consenso necesario para llevar a cabo otra incursión militar.

“No existe por parte de nadie la más mínima intención ni pretensión de extender ninguna situación conflictiva en relación con Siria”, puntualizó Aznar. Y agregó que se trata de activar “todos los elementos de cooperación para que la estabilidad en la zona sea una realidad y no solamente sea una aspiración de futuro”.

Por su parte, el vicepresidente Rajoy manifestó que lo más “sensato y equilibrado” es hacer una petición a Damasco “para que no acoja a Sadam Husein y a sus colaboradores”. “A partir de ahí, creo que las cosas van a volver a su cauce”, dijo, apuntando la necesidad de realizar un importante esfuerzo diplomático.
Y concluyó: “no hay ninguna amenaza de conflicto bélico y el Gobierno no tiene ninguna constancia de que Siria tenga armas químicas”.

Así la opinión moderada española se sumó a la que Gran Bretaña realizó este lunes. Ambas le muestran al presidente norteamericano, George Bush, que para una eventual invasión a Siria no contará con el apoyo que tuvo para la operación en Irak.
Quizás esto baste para desalentar al primer mandatario norteamericano o quizás sea el comienzo de un nuevo y arduo camino hacia la obtención del consenso necesario para llevar a cabo otra incursión militar.

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