Az-Zawahri, ex número 2, asumirá en al-Qaeda
El egipcio Aimán az-Zawahri, lugarteniente de Osama bin Laden, se hará cargo del colectivo terrorista. Lo hará a menos de dos meses de que efectivos estadounidenses eliminaran a bin Laden en el noroeste de Pakistán, informa un comunicado subido a Internet.
<p>Este dirigente de 59 años tiene más años de activismo que bin Laden, pero pasó varios en su tierra natal. Desde que se conocieron en Afganistán, az-Zawahrí fue segundo del saudí. Pero su falta de carisma le impedirá desempeñar todos los papeles ejercidos por bin Laden en.<br />
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“El comando general de al-Qa’eda anuncia que, tras una serie de consultas, el jeque Aimán az-Zawahrí encabezará el grupo”, especifica el mensaje. “Buscaremos la ayuda de Alá y el Islam para seguir con la lucha”, añade el texto en árabe. Poco después, la red de TV qatarí al-Dyazira confirmó el nombramiento y lo tradujo al inglés, el pashtu (principal idioma afgano), su pariente pakistaní.<br />
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Hace justo una semana, el egipcio participó de un elogio fúnebre: se cumplía un mes de la muerte (2 de mayo) y su reemplazante hacía su primera aparición pública. Obviamente, az-Zawahrí se comprometió a “proseguir el hostigamiento a Estados Unidos y otros estados, hasta echar a todos quienes hayan invadido tierras musulmanas”. <br />
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Esas palabras, no obstante, contradicen la relativa indiferencia de al-Qa’eda en lo tocante a la ola de levantamientos árabes contra regímenes autocráticos. Por ejemplo, en Yemen, origen del clan bin Laden y sede de un capítulo importante de la secta. En esta instancia, hay un detalle poco grato: la rebelión en ese país la conducen tribus shiitas, no sunníes. <br />
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Cuando termine de integrarse el equipo de conducción, temen expertos occidentales en la materia, será preciso aprestarse a atentados. Los necesita az-Zawahrí para consolidarse ante sus rivales internos, el núcleo “ortodoxo” árabe. Este médico egipcio es descripto como “líder operativo”, un cerebro sin los atributos de Osama. Aun siendo fundador de la Dyihad islámica en su país (1982), este sucesor tal vez tenga dificultades para inspirar una nueva camada de guerreros para seguir la guerra santa (dyihad). <br />
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Por supuesto, esa primera arenga buscó vincular la misión de al-Qa’eda con la onda de rebeliones hoy llamada “primavera árabe”. Pero hay un inconveniente: lo ocurrido en Túnez, Egipto o las guerras civiles en Libia y Yemén no se parece ni de lejos a la dyihad islámica. En realidad, sus modelos son Turquía, Líbano o Irak, tres países más o menos democráticos. <br />
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El actual paradero de az-Zawahrí se ignora. Circulan versiones que lo ubican en la frontera afganopakistaní, vale decir cerca de donde residía bin Laden. El FBI ha ofrecido este jueves una recompensa de US$ 25 millones por datos que permitan aprehenderlo, procesarlo o liquidarse. Curiosamente, ha sido ya condenado in absentia por los atentado a las embajadas estadounidenses en Dar es-Salaam (Tanzania) y Nairobi (Kenya), perpetrados en 1998, cuando el egipcio militaba en la Dyihad islámica, no en al-Qa’eda. <br />
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