Avances en el diálogo social
De la Rúa toma en sus manos la conducción del diálogo político. Storani inicia la ronda con Marín. Ruckauf propone un pacto nacional.
El gobierno comenzará a aplicar una línea ofensiva para retomar la iniciativa política. El programa de acción quedó delineado en la reunión de gabinete de ayer, en la cual, el Presidente de la Rúa transmitió directivas precisas a sus ministros. La intención es abrir la instancia del diálogo social con medidas concretas, entre las que descuellan los subsidios a jefes de familia desempleados y el estímulo a las empresas para la creación de nuevos puestos de trabajo.
El ministro del Interior, Federico Storani, se reunirá mañana a las 17.30, con Rubén Marín –presidente del Partido Justicialista y gobernador de La Pampa–. Se anticipa que considerarán la emergencia económica, la reforma política y la coparticipación federal.
El primer mandatario tomó ,directamente en sus manos, el control de las conversaciones que se desarrollarán con los partidos políticos, los sindicatos y las instituciones empresariales; su cuenta con el acompañamiento de la Iglesia, decidida a servir de nexo entre las partes.
El político más dispuesto a integrar una acción concertada con el oficialismo para contribuir a la superación de la crisis del país es el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, actitud en la que lo acompaña, públicamente, su compañero de partido, el ex gobernador Eduardo Duhalde. Ruckauf propone establecer un acuerdo histórico – similar al Pacto de la Moncloa – que sacó a España del nudo gordiano de la transición post franquista , para superar la crisis recesiva.
En cuanto a Duhalde, el lunes transmitió a de la Rúa las proposiciones surgidas de sus reuniones con grupos empresarios representativos de la pequeña y mediana empresa, entre las que figura un acuerdo nacional entre los dos partidos mayoritarios y los sectores productivos.
Carlos Saúl Menem, indirectamente representado mañana por Marín, uno de sus fieles seguidores, también se conectó telefónicamente por el Jefe de Estado; ambos se limitaron a establecer los primeros contactos sin avanzar sobre compromisos concretos.
El gobierno comenzará a aplicar una línea ofensiva para retomar la iniciativa política. El programa de acción quedó delineado en la reunión de gabinete de ayer, en la cual, el Presidente de la Rúa transmitió directivas precisas a sus ministros. La intención es abrir la instancia del diálogo social con medidas concretas, entre las que descuellan los subsidios a jefes de familia desempleados y el estímulo a las empresas para la creación de nuevos puestos de trabajo.
El ministro del Interior, Federico Storani, se reunirá mañana a las 17.30, con Rubén Marín –presidente del Partido Justicialista y gobernador de La Pampa–. Se anticipa que considerarán la emergencia económica, la reforma política y la coparticipación federal.
El primer mandatario tomó ,directamente en sus manos, el control de las conversaciones que se desarrollarán con los partidos políticos, los sindicatos y las instituciones empresariales; su cuenta con el acompañamiento de la Iglesia, decidida a servir de nexo entre las partes.
El político más dispuesto a integrar una acción concertada con el oficialismo para contribuir a la superación de la crisis del país es el gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, actitud en la que lo acompaña, públicamente, su compañero de partido, el ex gobernador Eduardo Duhalde. Ruckauf propone establecer un acuerdo histórico – similar al Pacto de la Moncloa – que sacó a España del nudo gordiano de la transición post franquista , para superar la crisis recesiva.
En cuanto a Duhalde, el lunes transmitió a de la Rúa las proposiciones surgidas de sus reuniones con grupos empresarios representativos de la pequeña y mediana empresa, entre las que figura un acuerdo nacional entre los dos partidos mayoritarios y los sectores productivos.
Carlos Saúl Menem, indirectamente representado mañana por Marín, uno de sus fieles seguidores, también se conectó telefónicamente por el Jefe de Estado; ambos se limitaron a establecer los primeros contactos sin avanzar sobre compromisos concretos.
