Frente a las críticas que surgieron desde diversos sectores,
Atanasof advirtió que en torno a la distribución de los planes
sociales se registra “un debate político”, y resaltó que el
programa llega a más de un millón de beneficiarios.
De esa forma, el funcionario rechazó las críticas formuladas
por gobernadores y legisladores nacionales ante la forma en que se
implementaron los planes.
Uno de los más críticos fue el gobernador santafesino, Carlos
Reutemann, quien cuestionó la entrega de planes en forma “directa”
por parte de la Nación, por fuera de las estructuras
provinciales.
Asimismo, algunos diputados salieron a cuestionar la
distribución de planillas que el Ministerio de Trabajo entregó a
legisladores nacionales.
Sobre ese punto, Atanasof admitió que “se entregaron planillas
de inscripción” a legisladores nacionales, pero sostuvo que “no se
entregaron planes”.
El funcionario justificó la medida al indicar –en
declaraciones formuladas a la prensa en la Casa de Gobierno– que
se adoptó “para que los planes puedan estar lo más cerca posible
de los beneficiarios”.
“Algunas municipalidades no recibieron las solicitudes y
decidimos enviarlas a diputados y a senadores para que se las
alcanzaran ellos”, había señalado Atanasof en declaraciones a un
matutino porteño.
El jefe de Gabinete se mostró “absolutamente tranquilo” sobre
la forma en que se distribuyeron los planes sociales, que
comenzaron a ser pagados el viernes último.
Atanasof, además, precisó que se está dando un “debate
político” en torno a los planes y agregó que “hoy se cobran otros
100 mil beneficiarios” cuyos documentos terminan en 2, por lo que
hasta el momento ya han cobraron 200 mil personas.
“El sistema no admite trampas y no hay lugar para el
clientlismo, no hay que buscar fantasmas, se entregaron más de 2
millones planillas en todo el país”, afirmó el funcionario.
Atanasof, en su diálogo con los periodistas, insistió en que
“la polémica es de orden politico” pero aseguró que “el plan es
transparente y exitoso”.
Consultado acerca de los problemas surgidos en la municipalidad
de Córdoba, sumándose a los de Buenos Aires y Santa Fe, Atanasof
no dio precisiones al manifestar que todavía no había tomado
contacto con el Gobierno provincial.
Al evaluar la instrumentación de los planes, el jefe de
Ministros explicó que de los 2 millones de planillas distribuidas,
se logró establecer el beneficio para 1.050.000 personas.
En ese sentido, comentó que se sacaron de los listados al 17
por ciento de los hipotéticos beneficiarios por distintas
irregularidades, por lo que hubo 140 mil rechazados, de los cuales
70 mil eran “irregulares” (trabajadores formales, otros que
cobraban subsidios por desempleo y algunos muertos).
En tanto, los otros 70 mil fueron rechazados por error del
sistema, pero estos han sido remitidos a los municipios para que
revisen todos los casos y serán evaluados por el consejo
consultivo, de modo que podrán sumarse nuevos beneficiarios.
En ese sentido, dijo que un ejemplo podría ser el de alguna
persona que figura trabajando en blanco pero que en realidad está
desocupada, caso que se veririficará a través de la Justicia y
podrá gozar de la ayuda.
Fuente: Noticias Argentinas
Frente a las críticas que surgieron desde diversos sectores,
Atanasof advirtió que en torno a la distribución de los planes
sociales se registra “un debate político”, y resaltó que el
programa llega a más de un millón de beneficiarios.
De esa forma, el funcionario rechazó las críticas formuladas
por gobernadores y legisladores nacionales ante la forma en que se
implementaron los planes.
Uno de los más críticos fue el gobernador santafesino, Carlos
Reutemann, quien cuestionó la entrega de planes en forma “directa”
por parte de la Nación, por fuera de las estructuras
provinciales.
Asimismo, algunos diputados salieron a cuestionar la
distribución de planillas que el Ministerio de Trabajo entregó a
legisladores nacionales.
Sobre ese punto, Atanasof admitió que “se entregaron planillas
de inscripción” a legisladores nacionales, pero sostuvo que “no se
entregaron planes”.
El funcionario justificó la medida al indicar –en
declaraciones formuladas a la prensa en la Casa de Gobierno– que
se adoptó “para que los planes puedan estar lo más cerca posible
de los beneficiarios”.
“Algunas municipalidades no recibieron las solicitudes y
decidimos enviarlas a diputados y a senadores para que se las
alcanzaran ellos”, había señalado Atanasof en declaraciones a un
matutino porteño.
El jefe de Gabinete se mostró “absolutamente tranquilo” sobre
la forma en que se distribuyeron los planes sociales, que
comenzaron a ser pagados el viernes último.
Atanasof, además, precisó que se está dando un “debate
político” en torno a los planes y agregó que “hoy se cobran otros
100 mil beneficiarios” cuyos documentos terminan en 2, por lo que
hasta el momento ya han cobraron 200 mil personas.
“El sistema no admite trampas y no hay lugar para el
clientlismo, no hay que buscar fantasmas, se entregaron más de 2
millones planillas en todo el país”, afirmó el funcionario.
Atanasof, en su diálogo con los periodistas, insistió en que
“la polémica es de orden politico” pero aseguró que “el plan es
transparente y exitoso”.
Consultado acerca de los problemas surgidos en la municipalidad
de Córdoba, sumándose a los de Buenos Aires y Santa Fe, Atanasof
no dio precisiones al manifestar que todavía no había tomado
contacto con el Gobierno provincial.
Al evaluar la instrumentación de los planes, el jefe de
Ministros explicó que de los 2 millones de planillas distribuidas,
se logró establecer el beneficio para 1.050.000 personas.
En ese sentido, comentó que se sacaron de los listados al 17
por ciento de los hipotéticos beneficiarios por distintas
irregularidades, por lo que hubo 140 mil rechazados, de los cuales
70 mil eran “irregulares” (trabajadores formales, otros que
cobraban subsidios por desempleo y algunos muertos).
En tanto, los otros 70 mil fueron rechazados por error del
sistema, pero estos han sido remitidos a los municipios para que
revisen todos los casos y serán evaluados por el consejo
consultivo, de modo que podrán sumarse nuevos beneficiarios.
En ese sentido, dijo que un ejemplo podría ser el de alguna
persona que figura trabajando en blanco pero que en realidad está
desocupada, caso que se veririficará a través de la Justicia y
podrá gozar de la ayuda.
Fuente: Noticias Argentinas