Atacó el gobierno al vocero de Bergoglio. Había acusado al presidente de alentar odios. Preocupa el aval de la Iglesia al obispo opositor al kirchnerismo en Misiones

El choque entre gobierno e Iglesia ha hecho surgir en Misiones un líder social opositor que apoya la alta jerarquía. Equivale al rol político que asumió Blumberg como portavoz de la demanda de seguridad de la ciudadanía.

3 octubre, 2006

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, añadió mayor voltaje al encontronazo entre el gobierno y la Iglesia, al declarar a radio Mitre: “Me parece una barbaridad que el vocero del Episcopado diga lo que dijo. Me preocupa que se lo acuse al Presidente de estar alentando los odios, me parece una enormidad”.

Esta mañana, Guillermo Marcó, el vocero del Arzobispado de Buenos Aires, había afirmado que “si un presidente fomenta alguna cierta división, termina siendo peligroso para todos”. Y en ese sentido, pidió dejar de “alentar odios y levantar el dedo acusador”.

El portavoz del arzobispo Bergoglio había dicho también que “un presidente debe ser consciente que es presidente de todos los argentinos, que es su responsabilidad mayor”. También advirtió que los argentinos viven “un momento violento” con “una sensación de inseguridad” importante.

Después de una semana repleta de recriminaciones por las actuaciones de personas e instituciones durante la dictadura, Bergoglio pidió evitar “sembrar la discordia”. No obstante, Marcó aclaró luego que esas palabras no habían estado dirigidas al jefe de Estado, sino que el cardenal le había hablado “a su gente”. Ahora sí, parece no haber duda de que las frases de hoy tienen destino kirchnerista.

Aval eclesiástico

A la sorpresiva aceptación por parte del Vaticano de la renuncia presentada el año pasado por el obispo de Puerto Iguazú, en medio de la disputa que mantiene con Rovira por la pretendida extensión del mandato constitucional, sobrevino de inmediato la definición del reemplazante, el sacerdote Marcelo Martorell: ya por la mañana afirmó que coincide con su antecesor en su rechazo a quienes buscan “perpetuarse en el poder”, y aseguró no temerle a las críticas del presidente Kirchner.

“Yo admiro a monseñor Piña. Lo quiero mucho. Lo conozco. Sé que lo que está haciendo es un gran esfuerzo en pro de la democracia y que es un trabajo que no puede ser truncado”, afirmó el religioso.

Piña, que había presentado su renuncia en mayo de 2005 al cumplir 75 años, es candidato a primer convencional constituyente por el Frente Unidos por la Dignidad, que se opone a la reforma de la Constitución de Misiones que impulsa el gobernador Carlos Rovira, con el objetivo de habilitar la reelección indefinida del mandatario y el vice.

Martorell, nacido en Salta, pero residente en Córdoba desde hace décadas, fue vicario general de la Arquidiócesis de la capital provincial y actualmente ejerce como párroco de la iglesia Corazón Eucarístico de Jesús del barrio Alto Alberdi de esta ciudad.

Al ser consultado sobre la situación política de Misiones en una entrevista con radio Mitre de Córdoba, Martorell sostuvo que “todos los que quieren perpetuarse en el poder me preocupan”, al tiempo que consideró que si una persona quiere ser elegida indefinidamente “no es democrática”.

Cuando se lo consultó sobre si no temía algún encontronazo con el presidente Kirchner y que, por ejemplo, le recuerde sus vínculos con el empresario Alfredo Yabrán, Martorell fue contundente: “No temo ninguna crítica del Presidente”.

“Yo con Yabrán tuve una amistad, que nunca negaré. Los hombres de bien no negamos la amistad, ni en las buenas ni en las malas. Yo no niego la amistad con nadie”, expresó.

Martorell sostuvo que no conoce “todo lo que hacen” sus amigos y “cuáles son sus negocios”, y opinó que Yabrán fue “un hombre de bien” y “un buen amigo”.

Tirones de orejas

Aníbal Fernández, quien sabe que difícilmente Marcó haya hablado en esos términos sin aval, sugirió a la cúpula eclesiástica que salgan a tomar distancia de sus frases: “No puedo creer cómo alguien no lo llama y le tira de las orejas”, expresó.

En el medio de la polémica, el intendente de Posadas, Jorge Brignole, realizó por la mañana una gravísima denuncia contra el gobernador Rovira, a quien vinculó con el encubrimiento de la investigación de un supuesto asesinato y violación en la provincia.

El jefe comunal de la capital misionera reveló además cómo opera el gobierno del mandatario provincial con los opositores.

“La casa donde vive esta señora -que fue víctima de la inseguridad y candidata opositora- estaba en poder de la Justicia y con custodia policial, pero cuando se confirmó su candidatura, le levantaron la custodia, le vaciaron la casa y ahora no tiene nada”.

Brignole explicó que en Misiones existe una “ingeniería que tiene como objetivo mantener todos los mecanismos de control, tribunal de cuentas, fiscalía, cámara de diputados, que le permite a Rovira tener impunidad”.

Además, el ex compañero de filas del gobernador contó cómo es la situación de control en Misiones y la graficó con dos ejemplos. “El fiscal de Estado que puso es hermano de un amigo de él, que colaboró en la dictadura. Y que controla a la Cámara de Diputados, también”.

El intendente de Posadas comentó que con las últimas elecciones él abandonó su apoyo por los cambios que comenzaron a verse en la provincia. “A partir del triunfo electoral del año pasado, (Rovira) asumió una postura distinta a la que tenía, se empezó a manejar con gerentes y el integrante principal de esa gerencia trabajó en la dictadura en Misiones”.

“Evidentemente no quiere dejar los expedientes para que otro gobierno revise”, señaló Brignole y reveló que el gobernador “tiene 25 causas penales abiertas desde hace dos años a esta parte”.

“Yo le hice una denuncia porque metió la mano en la coparticipación de forma ilegal. Si le sacó dinero al intendente de Posadas, me sacó 200 mil pesos, a otros quizás le haya sacado más”.

También denunció que en Misiones muchas de esas denuncias están vinculadas con la “obra pública” y señaló al propio suegro de Rovira como uno de los destinatarios de las licitaciones en la provincia.

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, añadió mayor voltaje al encontronazo entre el gobierno y la Iglesia, al declarar a radio Mitre: “Me parece una barbaridad que el vocero del Episcopado diga lo que dijo. Me preocupa que se lo acuse al Presidente de estar alentando los odios, me parece una enormidad”.

Esta mañana, Guillermo Marcó, el vocero del Arzobispado de Buenos Aires, había afirmado que “si un presidente fomenta alguna cierta división, termina siendo peligroso para todos”. Y en ese sentido, pidió dejar de “alentar odios y levantar el dedo acusador”.

El portavoz del arzobispo Bergoglio había dicho también que “un presidente debe ser consciente que es presidente de todos los argentinos, que es su responsabilidad mayor”. También advirtió que los argentinos viven “un momento violento” con “una sensación de inseguridad” importante.

Después de una semana repleta de recriminaciones por las actuaciones de personas e instituciones durante la dictadura, Bergoglio pidió evitar “sembrar la discordia”. No obstante, Marcó aclaró luego que esas palabras no habían estado dirigidas al jefe de Estado, sino que el cardenal le había hablado “a su gente”. Ahora sí, parece no haber duda de que las frases de hoy tienen destino kirchnerista.

Aval eclesiástico

A la sorpresiva aceptación por parte del Vaticano de la renuncia presentada el año pasado por el obispo de Puerto Iguazú, en medio de la disputa que mantiene con Rovira por la pretendida extensión del mandato constitucional, sobrevino de inmediato la definición del reemplazante, el sacerdote Marcelo Martorell: ya por la mañana afirmó que coincide con su antecesor en su rechazo a quienes buscan “perpetuarse en el poder”, y aseguró no temerle a las críticas del presidente Kirchner.

“Yo admiro a monseñor Piña. Lo quiero mucho. Lo conozco. Sé que lo que está haciendo es un gran esfuerzo en pro de la democracia y que es un trabajo que no puede ser truncado”, afirmó el religioso.

Piña, que había presentado su renuncia en mayo de 2005 al cumplir 75 años, es candidato a primer convencional constituyente por el Frente Unidos por la Dignidad, que se opone a la reforma de la Constitución de Misiones que impulsa el gobernador Carlos Rovira, con el objetivo de habilitar la reelección indefinida del mandatario y el vice.

Martorell, nacido en Salta, pero residente en Córdoba desde hace décadas, fue vicario general de la Arquidiócesis de la capital provincial y actualmente ejerce como párroco de la iglesia Corazón Eucarístico de Jesús del barrio Alto Alberdi de esta ciudad.

Al ser consultado sobre la situación política de Misiones en una entrevista con radio Mitre de Córdoba, Martorell sostuvo que “todos los que quieren perpetuarse en el poder me preocupan”, al tiempo que consideró que si una persona quiere ser elegida indefinidamente “no es democrática”.

Cuando se lo consultó sobre si no temía algún encontronazo con el presidente Kirchner y que, por ejemplo, le recuerde sus vínculos con el empresario Alfredo Yabrán, Martorell fue contundente: “No temo ninguna crítica del Presidente”.

“Yo con Yabrán tuve una amistad, que nunca negaré. Los hombres de bien no negamos la amistad, ni en las buenas ni en las malas. Yo no niego la amistad con nadie”, expresó.

Martorell sostuvo que no conoce “todo lo que hacen” sus amigos y “cuáles son sus negocios”, y opinó que Yabrán fue “un hombre de bien” y “un buen amigo”.

Tirones de orejas

Aníbal Fernández, quien sabe que difícilmente Marcó haya hablado en esos términos sin aval, sugirió a la cúpula eclesiástica que salgan a tomar distancia de sus frases: “No puedo creer cómo alguien no lo llama y le tira de las orejas”, expresó.

En el medio de la polémica, el intendente de Posadas, Jorge Brignole, realizó por la mañana una gravísima denuncia contra el gobernador Rovira, a quien vinculó con el encubrimiento de la investigación de un supuesto asesinato y violación en la provincia.

El jefe comunal de la capital misionera reveló además cómo opera el gobierno del mandatario provincial con los opositores.

“La casa donde vive esta señora -que fue víctima de la inseguridad y candidata opositora- estaba en poder de la Justicia y con custodia policial, pero cuando se confirmó su candidatura, le levantaron la custodia, le vaciaron la casa y ahora no tiene nada”.

Brignole explicó que en Misiones existe una “ingeniería que tiene como objetivo mantener todos los mecanismos de control, tribunal de cuentas, fiscalía, cámara de diputados, que le permite a Rovira tener impunidad”.

Además, el ex compañero de filas del gobernador contó cómo es la situación de control en Misiones y la graficó con dos ejemplos. “El fiscal de Estado que puso es hermano de un amigo de él, que colaboró en la dictadura. Y que controla a la Cámara de Diputados, también”.

El intendente de Posadas comentó que con las últimas elecciones él abandonó su apoyo por los cambios que comenzaron a verse en la provincia. “A partir del triunfo electoral del año pasado, (Rovira) asumió una postura distinta a la que tenía, se empezó a manejar con gerentes y el integrante principal de esa gerencia trabajó en la dictadura en Misiones”.

“Evidentemente no quiere dejar los expedientes para que otro gobierno revise”, señaló Brignole y reveló que el gobernador “tiene 25 causas penales abiertas desde hace dos años a esta parte”.

“Yo le hice una denuncia porque metió la mano en la coparticipación de forma ilegal. Si le sacó dinero al intendente de Posadas, me sacó 200 mil pesos, a otros quizás le haya sacado más”.

También denunció que en Misiones muchas de esas denuncias están vinculadas con la “obra pública” y señaló al propio suegro de Rovira como uno de los destinatarios de las licitaciones en la provincia.

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