Se produce el primer recambio de legisladores porteños. El mandato de quienes asuman, hoy, tendrá una duración de tres años y cuatro meses –por única vez y de manera de combinar las elecciones nacionales con las locales–. También se votarán las nuevas autoridades del cuerpo legislativo de la ciudad: la presidencia le corresponde a Cecilia Felgueras por ser la vicejefa de Gobierno, la vicepresidencia primera la ocupará el aliancista Enrique Olivera ,la vicepresidencia segunda estará a cargo de Jorge Srur –de Encuentro por la Ciudad– y la tercera será de Gerardo Conte Grand –de PAIS–.
La Alianza quedará con 25 bancas, la unión Cavallo-Béliz ocupará 20 asientos –muchos de ellos de origen peronista– e Irma Roy –de PAIS– tendrá un bloque de cuatro legisladores.
Esta nueva legislatura tiene dos particularidades: una importante cantidad de monobloques (cinco en total) y el ingreso de seis legisladores provenientes de distintos sectores de izquierda. Esta dispersión y pluralidad partidaria obligará –seguramente– a un mayor diálogo y pondrá a prueba la capacidad de negociación y convivencia política.
Se produce el primer recambio de legisladores porteños. El mandato de quienes asuman, hoy, tendrá una duración de tres años y cuatro meses –por única vez y de manera de combinar las elecciones nacionales con las locales–. También se votarán las nuevas autoridades del cuerpo legislativo de la ciudad: la presidencia le corresponde a Cecilia Felgueras por ser la vicejefa de Gobierno, la vicepresidencia primera la ocupará el aliancista Enrique Olivera ,la vicepresidencia segunda estará a cargo de Jorge Srur –de Encuentro por la Ciudad– y la tercera será de Gerardo Conte Grand –de PAIS–.
La Alianza quedará con 25 bancas, la unión Cavallo-Béliz ocupará 20 asientos –muchos de ellos de origen peronista– e Irma Roy –de PAIS– tendrá un bloque de cuatro legisladores.
Esta nueva legislatura tiene dos particularidades: una importante cantidad de monobloques (cinco en total) y el ingreso de seis legisladores provenientes de distintos sectores de izquierda. Esta dispersión y pluralidad partidaria obligará –seguramente– a un mayor diálogo y pondrá a prueba la capacidad de negociación y convivencia política.