Argibay, lejos de la derecha
La penalista Carmen Argibay, propuesta por el Gobierno nacional para integrar la Corte Suprema, aseguró que su posición política se ubica "más cerca de centroizquierda que otra cosa".
De todas maneras, la jueza ratificó su total independencia de los partidos: “yo no tengo nada que ver con lo que pueden llamar el
kirchnerismo, el peronismo, el radicalismo o nada. No tengo
actuación política partidaria. El Presidente me dijo que él no
quería una Corte adicta y mi respuesta fue, menos mal, porque
conmigo no contaría”, enfatizó.
Como era previsible, Argibay remarcó que entre los jueces de la Corte “evidentemente” se lleva mejor “con (Eugenio) Zaffaroni”, el último magistrado en ingresar al máximo tribunal.
En otro orden, admitió que “como ciudadana” está “a favor” de “la derogación” de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, al tiempo que volvió a definirse como “rebelde” e “independiente”.
En forma paralela, la jueza volvió a reclamar que se nombre a
más mujeres en la Corte Suprema y se quejó de que “hasta ahora
todo esto de la igualdad” es sólo “una declamación que está en la
Constitución”.
Para Argibay, en la actualidad existe “un techo de cristal, que
no se ve pero que está ahí”, que hace que “a las mujeres les
permitan llegar a determinados cargos y a partir de ahí no
avancen”.
De todas maneras, la jueza ratificó su total independencia de los partidos: “yo no tengo nada que ver con lo que pueden llamar el
kirchnerismo, el peronismo, el radicalismo o nada. No tengo
actuación política partidaria. El Presidente me dijo que él no
quería una Corte adicta y mi respuesta fue, menos mal, porque
conmigo no contaría”, enfatizó.
Como era previsible, Argibay remarcó que entre los jueces de la Corte “evidentemente” se lleva mejor “con (Eugenio) Zaffaroni”, el último magistrado en ingresar al máximo tribunal.
En otro orden, admitió que “como ciudadana” está “a favor” de “la derogación” de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, al tiempo que volvió a definirse como “rebelde” e “independiente”.
En forma paralela, la jueza volvió a reclamar que se nombre a
más mujeres en la Corte Suprema y se quejó de que “hasta ahora
todo esto de la igualdad” es sólo “una declamación que está en la
Constitución”.
Para Argibay, en la actualidad existe “un techo de cristal, que
no se ve pero que está ahí”, que hace que “a las mujeres les
permitan llegar a determinados cargos y a partir de ahí no
avancen”.
