Argentina quiere blanquear capitales puestos afuera y Brasil ataca al FMI

Luiz Inácio da Silva ignoraba, en apariencia, las fuertes declaraciones –ese mismo martes- de Dominique Strauss-Kahn, director gerente del Fondo Monetario Internacional, sobre los graves errores de varios bancos centrales y, en forma indirecta, ocho años de políticas norteamericanas. Lula tenía un motivo que alcanza a la Argentina: muy pocas caras y ninguna receta han cambiado en la alta burocracia técnica del organismo.
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El presidente brasile&ntilde;o deplor&oacute; que el FMI &ldquo;dictara normas a nuestro pa&iacute;s o a la Argentina cuando sufr&iacute;an turbulencias. Eran consejos que nos llevaron a la bancarrota m&aacute;s de una vez&rdquo;. Pudo haber citado adem&aacute;s el caso chileno: una econom&iacute;a que hace buena letra pero sufre fuertes desigualdades sociales. </p>
<p>Naturalmente, a Lula no le gusta nada que la poderosa bolsa paulista se venga abajo tras unas elecciones municipales exitosas para el gobierno central. Ese mismo trasfondo envidian los Kirchner en Buenos Aires, a meses de comicios parciales que pintan mal para el oficialismo. </p>
<p>En pos de m&eacute;todos para atenuar los efectos locales de la crisis financiera que castiga a las econom&iacute;as centrales, el gobierno baraja ideas para blanquear la gran masa de capitales argentinos colocada en el exterior. Incluye, caro, el lavado de fondo v&iacute;a Montevideo, cuyo &ldquo;<em>off shore</em>&rdquo; tambi&eacute;n carcome la econom&iacute;a uruguaya real, aunque su dirigencia pol&iacute;tica no toque el tema. </p>
<p>El tipo de blanqueo que contempla Buenos Aires consistir&iacute;a en establecer un fideicomiso vinculado al financiamiento de obras p&uacute;blicas. Por de pronto, se ha armado un equipo que abarca ese tema y los efectos de la crisis internacional en las cuentas nacionales. Seg&uacute;n la propia presidente, de todos modos los vencimientos de 2009 est&aacute;n cubiertos. </p>