Apoyo del sector financiero español a la Argentina

El director del banco Santander Central Hispano para América, Fernando Luzón, aseguró que "cada vez nos gusta más la música que el presidente Kirchner está tocando", y dijo que hay oportunidades para aprovechar "antes que desaparezcan".

31 julio, 2003

De todas maneras, Luzón pidió al Gobierno argentino que intente “resolver los problemas pendientes del sistema financiero” en un plazo de dos meses para garantizar la recuperación económica.
Y agregó que Argentina cuenta con un potencial de crecimiento para los próximos años en torno al 4 ó 5 por ciento, siempre que logre un sistema financiero eficaz para reactivar la inversión crediticia.

El director del Santander Central Hispa (SCH) aseguró que los bancos españoles con presencia en Argentina “están comprometidos y dispuestos a compartir los costes” de las reformas porque “somos socios argentinos”.
Kirchner -dijo Luzón- tiene la “clara voluntad de construir una Argentina democrática con instituciones fuertes” y políticas sociales que reduzcan “las consecuencias de la crisis que comenzó en 1999”, todo ello a través de “criterios de prudencia monetaria y presupuestaria”.

Por su parte, el director de Asuntos Internacionales del Banco de España, José Angel Viñals, afirmó que el modelo económico y social implantado en Brasil por el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva “puede marcar la pauta” del desarrollo de Latinoamérica.

En su opinión, si el “experimento” de Lula -que “trata de combinar la eficacia y el rigor macroeconómico con el beneficio social”- sale bien, “podrá enseñar a Latinoamérica que no hacen falta atajos populistas para lograr la prosperidad” económica y social.

Viñals señaló que Latinoamérica tiene el reto de lograr un crecimiento sostenible que beneficie “a más capas sociales” para dejar de ser la “economía emergente con peor reparto de la riqueza”, por detrás de Europa del Este, Asia e incluso Africa, “donde todos son igual de pobres”.

El directivo del Banco de España cree que la agenda de Latinoamérica debe incluir una reforma fiscal que reduzca la “vulnerabilidad” de las economías, consolide la reducción de la inflación y avance en el saneamiento del déficit público y el endeudamiento.

Viñals señaló que es necesario reducir el “grado de dolarización” y abrir al exterior las economías latinoamericanas -“las más cerradas entre las emergentes”- con la colaboración de EEUU y Europa.
Acerca de los inversores extranjeros, indicó que la recuperación de la confianza y de los flujos de capital hacia la zona dependerá en gran medida de la capacidad de los países latinoamericanos para reforzar la seguridad jurídica.
Y afirmó que “todavía quedan reformas pendientes”, como la del mercado de trabajo y las dirigidas a mejorar la calidad institucional.

No obstante, Viñals puntualizó que Latinoamérica es una región “muy heterogénea, con trayectorias políticas y económicas muy diferentes”, y comentó que hay países, como Chile, que han demostrado que es posible lograr una convergencia real a través de reformas económicas eficaces.
A este respecto, atribuyó la debilidad económica de otros países latinoamericanos, con un crecimiento que en algunos casos es “anémico”, a la aplicación “poco paciente y perseverante” de los proyectos económicos diseñados durante los años 90.
Y Calificó de “fallo” que los intentos de reforma en Latinoamérica hayan estado centrados en el ámbito económico, dejando de lado los aspectos sociales y los esfuerzos por erradicar la pobreza.

Al margen de lo social, Viñals consideró “fundamental” para Latinoamérica “avanzar en el desarrollo de los mercados financieros” para lograr el crecimiento y la estabilidad económica.

Fuente: EFE

De todas maneras, Luzón pidió al Gobierno argentino que intente “resolver los problemas pendientes del sistema financiero” en un plazo de dos meses para garantizar la recuperación económica.
Y agregó que Argentina cuenta con un potencial de crecimiento para los próximos años en torno al 4 ó 5 por ciento, siempre que logre un sistema financiero eficaz para reactivar la inversión crediticia.

El director del Santander Central Hispa (SCH) aseguró que los bancos españoles con presencia en Argentina “están comprometidos y dispuestos a compartir los costes” de las reformas porque “somos socios argentinos”.
Kirchner -dijo Luzón- tiene la “clara voluntad de construir una Argentina democrática con instituciones fuertes” y políticas sociales que reduzcan “las consecuencias de la crisis que comenzó en 1999”, todo ello a través de “criterios de prudencia monetaria y presupuestaria”.

Por su parte, el director de Asuntos Internacionales del Banco de España, José Angel Viñals, afirmó que el modelo económico y social implantado en Brasil por el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva “puede marcar la pauta” del desarrollo de Latinoamérica.

En su opinión, si el “experimento” de Lula -que “trata de combinar la eficacia y el rigor macroeconómico con el beneficio social”- sale bien, “podrá enseñar a Latinoamérica que no hacen falta atajos populistas para lograr la prosperidad” económica y social.

Viñals señaló que Latinoamérica tiene el reto de lograr un crecimiento sostenible que beneficie “a más capas sociales” para dejar de ser la “economía emergente con peor reparto de la riqueza”, por detrás de Europa del Este, Asia e incluso Africa, “donde todos son igual de pobres”.

El directivo del Banco de España cree que la agenda de Latinoamérica debe incluir una reforma fiscal que reduzca la “vulnerabilidad” de las economías, consolide la reducción de la inflación y avance en el saneamiento del déficit público y el endeudamiento.

Viñals señaló que es necesario reducir el “grado de dolarización” y abrir al exterior las economías latinoamericanas -“las más cerradas entre las emergentes”- con la colaboración de EEUU y Europa.
Acerca de los inversores extranjeros, indicó que la recuperación de la confianza y de los flujos de capital hacia la zona dependerá en gran medida de la capacidad de los países latinoamericanos para reforzar la seguridad jurídica.
Y afirmó que “todavía quedan reformas pendientes”, como la del mercado de trabajo y las dirigidas a mejorar la calidad institucional.

No obstante, Viñals puntualizó que Latinoamérica es una región “muy heterogénea, con trayectorias políticas y económicas muy diferentes”, y comentó que hay países, como Chile, que han demostrado que es posible lograr una convergencia real a través de reformas económicas eficaces.
A este respecto, atribuyó la debilidad económica de otros países latinoamericanos, con un crecimiento que en algunos casos es “anémico”, a la aplicación “poco paciente y perseverante” de los proyectos económicos diseñados durante los años 90.
Y Calificó de “fallo” que los intentos de reforma en Latinoamérica hayan estado centrados en el ámbito económico, dejando de lado los aspectos sociales y los esfuerzos por erradicar la pobreza.

Al margen de lo social, Viñals consideró “fundamental” para Latinoamérica “avanzar en el desarrollo de los mercados financieros” para lograr el crecimiento y la estabilidad económica.

Fuente: EFE

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