América latina estancada II
Se llevó a cabo un encuentro de especialistas y autoridades de distintos países para estudiar la realidad latinoamericana. Se levantan voces reclamando una relación razonable entre deuda y PBI.
El Foro Económico Mundial llevó a cabo un encuentro de académicos, empresarios y autoridades de diversos países. En esa oportunidad, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Estados Unidos, dio a conocer el resultado de un estudio sobre el impacto que las reformas económicas de América latina tuvieron sobre las condiciones de vida de la población.
En términos generales, la investigación concluyó que la estabilidad no mejoró las condiciones de vida de la población ni inspiró una mayor democratización política.
Se remarcó que ni los procesos de privatización ni los de desregulación, lograron romper los monopolios ni la liberación de la competencia.
En el mismo tono, el argentino Félix Pena, del Instituto de Comercio Internacional, destacó la necesidad de mejorar la eficiencia de los organismos públicos para que operen con mayor transparencia:La mayoría de la gente no siente que está adecuadamente representada por sus funcionarios elegidos, advirtió.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, pidió a las instituciones multilaterales que influyan para que, en los programas de condonación de deuda, se dé un trato diferencial a los países acreedores en función de su situación económica. Rodríguez se entrevista hoy en Washington con los responsables del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
El primer mandatario de Costa Rica explicó que hay que mantener una relación razonable entre el monto de la deuda y el Producto Bruto Interno de cada país. En el caso de Argentina, la deuda externa llegó a ser el equivalente de más de 50% del PBI. El monto asciende a U$$ 144.657 millones; la deuda pública bruta fue de U$$ 121.876 millones. Ese monto se subdivide en vencimientos a mediano y largo plazo –US$ 117.703 millones–, títulos públicos –US$ 85.804 millones–, y préstamos de instituciones multilaterales –US$ 8.595 millones–.
El FMI y el BM impulsan una iniciativa destinada a conseguir el alivio de la deuda externa de las naciones más pobres del mundo, y tratan de lograr el consenso de los países acreedores para que reduzcan esta carga.
El Foro Económico Mundial llevó a cabo un encuentro de académicos, empresarios y autoridades de diversos países. En esa oportunidad, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Estados Unidos, dio a conocer el resultado de un estudio sobre el impacto que las reformas económicas de América latina tuvieron sobre las condiciones de vida de la población.
En términos generales, la investigación concluyó que la estabilidad no mejoró las condiciones de vida de la población ni inspiró una mayor democratización política.
Se remarcó que ni los procesos de privatización ni los de desregulación, lograron romper los monopolios ni la liberación de la competencia.
En el mismo tono, el argentino Félix Pena, del Instituto de Comercio Internacional, destacó la necesidad de mejorar la eficiencia de los organismos públicos para que operen con mayor transparencia:La mayoría de la gente no siente que está adecuadamente representada por sus funcionarios elegidos, advirtió.
Por su parte, el presidente de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, pidió a las instituciones multilaterales que influyan para que, en los programas de condonación de deuda, se dé un trato diferencial a los países acreedores en función de su situación económica. Rodríguez se entrevista hoy en Washington con los responsables del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional.
El primer mandatario de Costa Rica explicó que hay que mantener una relación razonable entre el monto de la deuda y el Producto Bruto Interno de cada país. En el caso de Argentina, la deuda externa llegó a ser el equivalente de más de 50% del PBI. El monto asciende a U$$ 144.657 millones; la deuda pública bruta fue de U$$ 121.876 millones. Ese monto se subdivide en vencimientos a mediano y largo plazo –US$ 117.703 millones–, títulos públicos –US$ 85.804 millones–, y préstamos de instituciones multilaterales –US$ 8.595 millones–.
El FMI y el BM impulsan una iniciativa destinada a conseguir el alivio de la deuda externa de las naciones más pobres del mundo, y tratan de lograr el consenso de los países acreedores para que reduzcan esta carga.
