Amenaza de conflicto por la pesca

Santa Cruz y Chubut, justicialista una y aliancista, la otra, defienden la pesca en sus aguas. Reclaman la derogación del permiso para que los marplatenses pesquen al sur del paralelo 42.

27 mayo, 2000

Dos provincias, uno con gobierno justicialista y la otra aliancista, se pusieron de acuerdo para defender sus economías, afectadas por el deterioro de la fauna ictícola debido a la sobrepesca . Santa Cruz y Chubut requieren que se impida la presencia de buques de puertos situados al norte del paralelo 42 en sus aguas.

La decisión fue tomada en el curso de las deliberaciones efectuadas en Puerto Deseado con la presencia de autoridades ejecutivas, legisladores, empresarios y pescadores. Los principales destinatarios de las censuras fueron el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca y los allegados al Presidente de la Rúa que lo asesoraron en la firma del decreto de necesidad y urgencia por el que se habilitó a los barcos marplatenses a operar tras esa línea imaginaria.

Los intereses patagónicos se muestran alarmados ante el riesgo que correría la calidad del pesquero del Golfo San Jorge, todavía rico en merluza, langostino y calamar, recursos que han sido depredados en otros lugares del mar argentino.

Las empresas pesqueras de ambas provincias han impartido instrucciones a sus tripulaciones para concentrar sus unidades en Puerto Madryn y prepararse para marchar hacia la rada de Buenos Aires e imitar la acción de bloqueo realizada por los piqueteros en las rutas terrestres.

Dos provincias, uno con gobierno justicialista y la otra aliancista, se pusieron de acuerdo para defender sus economías, afectadas por el deterioro de la fauna ictícola debido a la sobrepesca . Santa Cruz y Chubut requieren que se impida la presencia de buques de puertos situados al norte del paralelo 42 en sus aguas.

La decisión fue tomada en el curso de las deliberaciones efectuadas en Puerto Deseado con la presencia de autoridades ejecutivas, legisladores, empresarios y pescadores. Los principales destinatarios de las censuras fueron el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca y los allegados al Presidente de la Rúa que lo asesoraron en la firma del decreto de necesidad y urgencia por el que se habilitó a los barcos marplatenses a operar tras esa línea imaginaria.

Los intereses patagónicos se muestran alarmados ante el riesgo que correría la calidad del pesquero del Golfo San Jorge, todavía rico en merluza, langostino y calamar, recursos que han sido depredados en otros lugares del mar argentino.

Las empresas pesqueras de ambas provincias han impartido instrucciones a sus tripulaciones para concentrar sus unidades en Puerto Madryn y prepararse para marchar hacia la rada de Buenos Aires e imitar la acción de bloqueo realizada por los piqueteros en las rutas terrestres.

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