Entrevistado por un conocido programa político de televisión, Carlos Alvarez reiteró una vez más en pocos días su firme intención de no ser candidato a Senador.
Justificó su decisión en el hecho de que no percibe un clima de compromiso para dar respuesta al clamor de la opinión pública, sacudida por las sospecha de corrupción en el Parlamento y en otras esferas de acción política.
A la vez los analistas tenían acceso a dichos de algunos de sus asesores que aseguran estar trabajando en un proyecto de ley destinado a dar transparencia y confiabilidad al nuevo Senado que surja de los comicios de octubre próximo.
A todo esto, el estilo más sosegado de Alvarez contribuía a reforzar el optimismo que se percibía en el entorno presidencial, en el que la llegada del blindaje, la notable mejoría de la Bolsa de Buenos Aires, el descenso de las tasas de interés de la Reserva Federal, la consolidación del euro, el aumento de las exportaciones y del turismo interno, y otros síntomas favorables cambiaban totalmente el humor imperante a fines del año pasado.
Entrevistado por un conocido programa político de televisión, Carlos Alvarez reiteró una vez más en pocos días su firme intención de no ser candidato a Senador.
Justificó su decisión en el hecho de que no percibe un clima de compromiso para dar respuesta al clamor de la opinión pública, sacudida por las sospecha de corrupción en el Parlamento y en otras esferas de acción política.
A la vez los analistas tenían acceso a dichos de algunos de sus asesores que aseguran estar trabajando en un proyecto de ley destinado a dar transparencia y confiabilidad al nuevo Senado que surja de los comicios de octubre próximo.
A todo esto, el estilo más sosegado de Alvarez contribuía a reforzar el optimismo que se percibía en el entorno presidencial, en el que la llegada del blindaje, la notable mejoría de la Bolsa de Buenos Aires, el descenso de las tasas de interés de la Reserva Federal, la consolidación del euro, el aumento de las exportaciones y del turismo interno, y otros síntomas favorables cambiaban totalmente el humor imperante a fines del año pasado.