Alto acatamiento al paro

Manifestantes de la CGT disidente, de la CTA y de la Corriente Clasista y Combativa realizaron cortes en Capital, en el conurbano y en varias rutas de la provincia. La adhesión fue de 80%, según el sindicalismo.

23 noviembre, 2000

Numerosos cruces de avenidas del micro y macrocentro porteño, y rutas del conurbano y del interior del país quedaron cortadas hoy (jueves 23) por manifestaciones de sindicalistas y grupos de desocupados, en lo que fue la primera jornada del paro general de 36 horas organizado por la CGT disidente y la CTA contra la política económica del Gobierno.

A partir del primer minuto de mañana se sumarán a la medida los gremios adheridos a la CGT dialoguista.

Según afirmaron fuentes de la CGT disidente y del CTA, la medida de fuerza tuvo hoy un “alto acatamiento”, cercano a 80%, aunque, por su parte, el oficialismo prefirió no dar cifras.

Si bien a partir de las 16 el único corte que subsistía era el de Puente de la Noria, desde las 12 el ingreso al sur a la Capital había sido bloqueado. Sólo el puente Velez Sarsfield, se había mantenido abierto.

En varias las principales avenidas de Capital el tránsito fue interrumpido, como fue el caso de Rivadavia y Pueyrredón, donde taxistas quemaron cubiertas.

En Avenida de Mayo y Perú se instaló una radio abierta, y en Perón y Uruguay afiliados al sindicato de publicidad realizaron un corte de calles. También fue interrumpido el transito la Avenida Cabildo y Lacroze.

En el conurbano bonaerense, las protestas también se dieron en Panamericana y Colectora, en General Pacheco; Ruta 9 y Ford y Ruta 202 y Avellaneda, en Tigre; en Vergara y Camargo, de Morón; en Marquez y 9 de Julio; en Hipólito Yrigoyen y Garay, en Lanús; en el Cruce Florencio Varela; en Ruta 36 y rotonda Alpargatas, de Quilmes; y en Ruta 3 y las vías, de Isidro Casanovas.

En el interior, las protestas más importantes se realizaron en Mar del Plata, San Juan, Jujuy, Rosario, La Plata, Córdoba, Neuquén, Tucumán, Chaco y Río Negro.

A las 14 el líder de la CGT rebelde, Hugo Moyano, llegó frente al Congreso de la Nación, donde se realizó el acto central, escoltado por un grupo de camioneros, para participar de un cacerolazo.

En medio de una copiosa lluvia, el titular de la CGT disidente prometió, ante a los manifestantes, seguir con las medidas de fuerza “si continúa el hambre y la miseria” en el país y le pidió al Gobierno “que les diga a sus mandantes que este pueblo está decidido a luchar”.

La tercera huelga general que soporta la administración de Fernando de la Rúa fue calificada por el propio Presidente como “inverosímil y sin sentido”, en tanto las autoridades se reservaron la posibilidad de declararla ilegal en caso de que se registraran actos de violencia durante manifestaciones callejeras.

El portavoz presidencial, Ricardo Ostuni, volvió a advertir hoy que la huelga podría declarada ilegal si se producen “situaciones extremas”, mientras que la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, sostuvo que los sindicalistas “serán los responsables” en caso de actos de vandalismo y violencia.

De Gennaro aseguró “el espíritu que hay es muy alto” y que “el conflicto lo generan las medidas de ajuste” promovidas por el Gobierno.

Además criticó las declaraciones de la ministra de Trabajo, porque demuestran “la superficialidad y la irresponsabilidad” de la funcionaria, que las realizó “porque no puede justificar las medidas que toma el Gobierno”.

Esta mañana el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el decreto mediante el cual “garantiza y se hace responsable de la seguridad de los servicios de transporte” público desde el primer minuto de ayer y hasta la medianoche de mañana, y anuncia que se hará cargo de la reparación de los daños que sufrieran unidades que no estuvieran aseguradas.

Colectivos y ómnibus de corta, media y larga distancia, trenes, subterráneos y aviones se unieron hoy a la medida, que continuará hasta la medianoche del viernes.

Los vuelos de cabotaje que después de las 14 partían desde el aeroparque metropolitano hacia el interior del país se habían reducido cerca de 20% con relación al cronogroma habitual de los jueves.

A pesar de que en la jornada no hubo incidentes, la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros aseguró que en las horas previas fueron atacados cerca de 250 colectivos pertenecientes a líneas de Capital Federal y Gran Buenos Aires.

El gremio de La Fraternidad había anunciado la adhesión de los conductores de trenes al paro, y admitía que tendrían mejores posibilidades de cumplir con los cronogramas obligatorios, junto con los subtes, porque están “menos expuestos a las agresiones”.

En cambio se esperaba que el paro en los colectivos de corta y media distancia sería total, particularmente porque, desde el lunes de esta semana, desconocidos habían desatado una ola de agresiones.

Numerosos cruces de avenidas del micro y macrocentro porteño, y rutas del conurbano y del interior del país quedaron cortadas hoy (jueves 23) por manifestaciones de sindicalistas y grupos de desocupados, en lo que fue la primera jornada del paro general de 36 horas organizado por la CGT disidente y la CTA contra la política económica del Gobierno.

A partir del primer minuto de mañana se sumarán a la medida los gremios adheridos a la CGT dialoguista.

Según afirmaron fuentes de la CGT disidente y del CTA, la medida de fuerza tuvo hoy un “alto acatamiento”, cercano a 80%, aunque, por su parte, el oficialismo prefirió no dar cifras.

Si bien a partir de las 16 el único corte que subsistía era el de Puente de la Noria, desde las 12 el ingreso al sur a la Capital había sido bloqueado. Sólo el puente Velez Sarsfield, se había mantenido abierto.

En varias las principales avenidas de Capital el tránsito fue interrumpido, como fue el caso de Rivadavia y Pueyrredón, donde taxistas quemaron cubiertas.

En Avenida de Mayo y Perú se instaló una radio abierta, y en Perón y Uruguay afiliados al sindicato de publicidad realizaron un corte de calles. También fue interrumpido el transito la Avenida Cabildo y Lacroze.

En el conurbano bonaerense, las protestas también se dieron en Panamericana y Colectora, en General Pacheco; Ruta 9 y Ford y Ruta 202 y Avellaneda, en Tigre; en Vergara y Camargo, de Morón; en Marquez y 9 de Julio; en Hipólito Yrigoyen y Garay, en Lanús; en el Cruce Florencio Varela; en Ruta 36 y rotonda Alpargatas, de Quilmes; y en Ruta 3 y las vías, de Isidro Casanovas.

En el interior, las protestas más importantes se realizaron en Mar del Plata, San Juan, Jujuy, Rosario, La Plata, Córdoba, Neuquén, Tucumán, Chaco y Río Negro.

A las 14 el líder de la CGT rebelde, Hugo Moyano, llegó frente al Congreso de la Nación, donde se realizó el acto central, escoltado por un grupo de camioneros, para participar de un cacerolazo.

En medio de una copiosa lluvia, el titular de la CGT disidente prometió, ante a los manifestantes, seguir con las medidas de fuerza “si continúa el hambre y la miseria” en el país y le pidió al Gobierno “que les diga a sus mandantes que este pueblo está decidido a luchar”.

La tercera huelga general que soporta la administración de Fernando de la Rúa fue calificada por el propio Presidente como “inverosímil y sin sentido”, en tanto las autoridades se reservaron la posibilidad de declararla ilegal en caso de que se registraran actos de violencia durante manifestaciones callejeras.

El portavoz presidencial, Ricardo Ostuni, volvió a advertir hoy que la huelga podría declarada ilegal si se producen “situaciones extremas”, mientras que la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, sostuvo que los sindicalistas “serán los responsables” en caso de actos de vandalismo y violencia.

De Gennaro aseguró “el espíritu que hay es muy alto” y que “el conflicto lo generan las medidas de ajuste” promovidas por el Gobierno.

Además criticó las declaraciones de la ministra de Trabajo, porque demuestran “la superficialidad y la irresponsabilidad” de la funcionaria, que las realizó “porque no puede justificar las medidas que toma el Gobierno”.

Esta mañana el Gobierno publicó en el Boletín Oficial el decreto mediante el cual “garantiza y se hace responsable de la seguridad de los servicios de transporte” público desde el primer minuto de ayer y hasta la medianoche de mañana, y anuncia que se hará cargo de la reparación de los daños que sufrieran unidades que no estuvieran aseguradas.

Colectivos y ómnibus de corta, media y larga distancia, trenes, subterráneos y aviones se unieron hoy a la medida, que continuará hasta la medianoche del viernes.

Los vuelos de cabotaje que después de las 14 partían desde el aeroparque metropolitano hacia el interior del país se habían reducido cerca de 20% con relación al cronogroma habitual de los jueves.

A pesar de que en la jornada no hubo incidentes, la Cámara Empresaria de Autotransporte de Pasajeros aseguró que en las horas previas fueron atacados cerca de 250 colectivos pertenecientes a líneas de Capital Federal y Gran Buenos Aires.

El gremio de La Fraternidad había anunciado la adhesión de los conductores de trenes al paro, y admitía que tendrían mejores posibilidades de cumplir con los cronogramas obligatorios, junto con los subtes, porque están “menos expuestos a las agresiones”.

En cambio se esperaba que el paro en los colectivos de corta y media distancia sería total, particularmente porque, desde el lunes de esta semana, desconocidos habían desatado una ola de agresiones.

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