miércoles, 11 de diciembre de 2024

Alianza rusochina contra EE.UU. en el Consejo de Seguridad

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Desde Beijing, Rusia y China anunciaron formalmente que se oponen al uso de la fuerza contra Irán. Eso aunque Tehrán no renuncie a su controvertido y sobrevaluado plan nuclear. Esta actitud inmoviliza a Naciones Unidas.

Tras un encuentro, en la capital china, entre los ministros de Relaciones Exteriores Alyexyei Lavrov y Li Zhaoxing, quedó claro –en presencia del presidente Hu Jintao- que ambas potencias vetarán todo intento de sancionar por vías de hecho a Irán. En esas condiciones, el Consejo de Seguridad queda reducido a la impotencia, exactamente como cuando Estados Unidos invadió Irak pasándole por encima.

La decisión conjunta precede en algunos días otra reunión del organismo, justamente para resolver sobre el caso. “Creemos imprudente aislar a Irán o aumentar presiones sobre ese gobierno. Eso –afirmó Lavrov- no reducirá la proliferación de armas de destrucción masiva; más bien, al contrario”. Así que ambos países “no votarán de manera alguna la aplicación de la fuerza”.

Rusia, por otra parte, “siempre ha auspiciado métodos diplomáticos, tanto en Irán como en Norcorea”, explicó el ministro. “Cabe subrayar que, pese a ensayos con armas atómicas sobre el mar del Japón, Washington no parece preocuparse por Pyongyang tanto como por Tehrán”.

Obviamente, fue un palo contra George W.Bush, sus halcones y la obsesión norteamericana con los persas, quizá porque éstos son potencia petrolera y los norcoreanos no. Entretanto, Javier Solana, comisario de la Unión Europea para relaciones exteriores, no las pasa bien: su colega iraní, Hamid Rizá Asefí, calificó de irresponsable una propuesta del español para descartar el programa nuclear.

El alto funcionario, casi vocero de Londres y Washington, lanzó la idea de ofrecer a Tehrán una central atómica de agua liviana, adaptada para generar electricidad. “Si la rechazan es porque sus fines son otros”, señaló Solanas, con notable falta de tacto.

Tras un encuentro, en la capital china, entre los ministros de Relaciones Exteriores Alyexyei Lavrov y Li Zhaoxing, quedó claro –en presencia del presidente Hu Jintao- que ambas potencias vetarán todo intento de sancionar por vías de hecho a Irán. En esas condiciones, el Consejo de Seguridad queda reducido a la impotencia, exactamente como cuando Estados Unidos invadió Irak pasándole por encima.

La decisión conjunta precede en algunos días otra reunión del organismo, justamente para resolver sobre el caso. “Creemos imprudente aislar a Irán o aumentar presiones sobre ese gobierno. Eso –afirmó Lavrov- no reducirá la proliferación de armas de destrucción masiva; más bien, al contrario”. Así que ambos países “no votarán de manera alguna la aplicación de la fuerza”.

Rusia, por otra parte, “siempre ha auspiciado métodos diplomáticos, tanto en Irán como en Norcorea”, explicó el ministro. “Cabe subrayar que, pese a ensayos con armas atómicas sobre el mar del Japón, Washington no parece preocuparse por Pyongyang tanto como por Tehrán”.

Obviamente, fue un palo contra George W.Bush, sus halcones y la obsesión norteamericana con los persas, quizá porque éstos son potencia petrolera y los norcoreanos no. Entretanto, Javier Solana, comisario de la Unión Europea para relaciones exteriores, no las pasa bien: su colega iraní, Hamid Rizá Asefí, calificó de irresponsable una propuesta del español para descartar el programa nuclear.

El alto funcionario, casi vocero de Londres y Washington, lanzó la idea de ofrecer a Tehrán una central atómica de agua liviana, adaptada para generar electricidad. “Si la rechazan es porque sus fines son otros”, señaló Solanas, con notable falta de tacto.

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