<p>Era una respuesta a pretensiones de Jean-Claude Trichet. El viernes, el jefe saliente del BCE volvió a señalar que “forzar la participación de bonistas particulares equivaldrá a un cese de pagos, error fatal para una recuperación regional todavía lenta”. La posición alemana es que los prestamistas originales a Grecia deben participar del rescate, o con menor monto a cobrar –una quita- o con más años de plazo o una combinación de ambas instancias. Berlín cree que el problema griego no es de liquidez sino de solvencia. Por más que le den plazo, la economía no genera los recursos para pagar la deuda.<br />
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El francés, desde los años 90 muy allegado a la banca privada, replicaba a una carta de Schäuble a sus pares del Eurogrupo (ministros de hacienda de la zona). Su texto exigía que “un substancial número de acreedores privados acepte extender siete años los vencimientos de papeles griegos”.<br />
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Tras dos días de deliberaciones con legisladores alemanes, remisos a proporcionas más fondos a Atenas, el ministro prometió “una buena solución, capaz de ser admitida por el BCE. Una cosa es promover la participación real de bonistas y otra, muy distinta, aterrar a los mercados financieros”. <br />
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Desde hace tiempo, por cierto, el gobierno de Angela Merkel cree que sólo es factible rescatar a Grecia vía una reestructuración de deuda pública incluyendo acreedores privados. Existe un motivo nada desdeñable: los votantes germanos no quieren que el estado pague la factura solo. Otros países de la Eurozona –Holanda, Gran Bretaña, Austria- comparten esa posición pero no lo declaran.<br />
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En el frente interno, la coalición oficialista (democristianos y demoliberales) votaron el viernes una moción para implicar a los bonistas particulares en el paquete griego. Eso provocó el rechazo de Trichet. Ahora, los alemanes tratarán de congelar negociaciones hasta que, en noviembre, el italiano Mario Daghi suceda al francés. Por supuesto, cuatro meses y medio es demasiado y, tal vez, Trichet renuncie antes.<br />
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Alemania: acreedores privados y el caso griego
Berlín reiteró su postura ante el Banco Central Europeo y los tenedores de bonos soberanos. Wolfgang Schäuble, ministro de hacienda, sostuvo ante el parlamento que el paquete refinanciador debe repartir riesgos entre contribuyentes y acreedores.