El informe titulado «Gasto público: Nación sostiene el ajuste, provincias lo revierten», elaborado por la Fundación Mediterránea y presidido por María Pía Astori, analiza la evolución del gasto público durante el primer cuatrimestre de 2025. El documento expone diferencias significativas entre el nivel nacional y provincial respecto al ajuste fiscal.
A escala nacional, el gasto público mantiene un superávit primario equivalente al 0,6% del Producto Interno Bruto (PIB), cifra levemente inferior al 0,7% registrado en el mismo período de 2024. Este resultado se encuentra en línea con la meta anual del 1,6%. El superávit primario se define como el resultado fiscal antes del pago de intereses de la deuda, indicador que muestra la capacidad del Estado para equilibrar sus cuentas sin considerar el costo financiero.
En cuanto a la composición del ajuste fiscal en la administración nacional, el informe señala una modificación en la estructura del gasto. Se registra una reducción menor en las partidas destinadas a jubilaciones y universidades, mientras que los recortes se concentran en subsidios, principalmente en subsidios energéticos y transferencias a familias, exceptuando la Asignación Universal por Hijo (AUH). En contraste, las jubilaciones, el presupuesto universitario y la inversión pública presentan incrementos durante el período analizado.
Desempeño provincial y su impacto en el ajuste
El informe presenta un escenario distinto en las provincias. El gasto primario provincial creció un 24% en términos reales interanuales, lo que implica una reversión de la fuerte reducción observada en 2024. Esta dinámica provincial, si persiste, «diluye el ajuste logrado y limita el margen para reducir impuestos», según el documento.
Entre 2023 y 2025, mientras el gasto primario nacional se redujo un 27% real, en las provincias con datos disponibles la baja fue apenas del 8%. Esta diferencia evidencia una menor disciplina fiscal a nivel subnacional, que puede afectar la consolidación del ajuste fiscal general.
La Fundación Mediterránea advierte que esta divergencia entre el ajuste nacional y la expansión provincial puede comprometer la sostenibilidad fiscal. Además, limita la capacidad de las provincias para colaborar en la reducción del gasto público consolidado, lo que representa un desafío para la política fiscal y la coordinación intergubernamental.
Cambios en la estructura del gasto nacional
El informe destaca que el ajuste nacional se vuelve más selectivo y focalizado, modificando la composición de la reducción del gasto. En particular, reducciones en subsidios energéticos y transferencias a familias contrastan con aumentos en jubilaciones, universidades e inversión pública.
Esta reconfiguración refleja un intento del gobierno nacional por priorizar áreas sociales y estratégicas, al tiempo que mantiene el compromiso con la meta fiscal establecida para 2025. Sin embargo, el aumento del gasto provincial puede contrarrestar estos esfuerzos y generar presiones adicionales sobre las finanzas públicas.
La Fundación Mediterránea concluye que la política fiscal enfrenta un escenario complejo, en el cual el ajuste nacional se sostiene con cambios en la estructura del gasto, mientras que las provincias revierten parte del esfuerzo previo, complicando la consolidación fiscal.
«El ajuste nacional mantiene un superávit primario del 0,6% del PIB, con menos recortes en jubilaciones y universidades, y más en subsidios», indicó el informe, que también subrayó la inversión creciente en esas áreas.
Las diferencias en la gestión del gasto público entre niveles de gobierno plantean interrogantes sobre la coordinación fiscal y la capacidad de mantener equilibrios macroeconómicos en un contexto en el que el gasto provincial crece a un ritmo superior al nacional.
De acuerdo con la Fundación Mediterránea, esta situación requiere atención para asegurar la sostenibilidad financiera y la efectividad de las políticas públicas orientadas a la consolidación fiscal en Argentina.