<p>En un inesperado informe, el organismo multilateral –como poco antes lo hiciera el FMI- confesa que sus técnicos no habían advertido los verdaderos alcances de la cadena de desastres iniciada con la crisis de malas hipotecas. Por consiguiente, Levante, Latinoamérica, Europa oriental, Asia meridional y sudoriental verán mermado el acceso al crédito proveniente de los países centrales. <br />
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Para no repetir errores originados en un optimismo excesivo, ahora el BIRF suena más sombrío que la mayoría de los analistas financieros privados. En cuanto a números, recién se difundirán dentro de varias semanas. Pero ya el Fondo Monetario “promete” apenas 0,5% en el PB mundial (el punto más bajo desde 1944), una estadística –es cierto- poco representativa. <br />
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Otra divergencia entre el Banco Mundial y tantos otros pronósticos es sugestiva. Ignora que China, Japón y parte de Latinoamérica mantendrán discretas tasas de expansión en sus productos brutos internos. Por el contrario, varios miembros de la Unión Europea y Estados Unidos verán contraerse sus PBI.<br />
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También este trabajo se preparó para el encuentro del grupo de los 20 (2 de abril). Otra luz roja del BIRF: ni ellos, ni el FMI y otras instituciones multilaterales están en condiciones de amortiguar las tendencias negativas. Simplemente, no tienen bastantes recursos. Dicho de otra manera, ya ni el fantasma de Bretton Woods se pasea por esos ámbitos. </p>
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Ahora el agorero es el Banco Mundial
Según el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, la actividad se enfriará en economías centrales. Los menores flujos comerciales de posguerra- influirán en países emergentes. Este pesimismo proviene de Robert Zoellick, jefe del organismo mundial.