Aftosa: respaldo al plan del Senasa

Las principales entidades que nuclean a los productores del campo manifestaron su apoyo a las medidas tomadas por el titular de la entidad sanitaria, con el objetivo de frenar el brote de la enfermedad.

3 abril, 2001

La confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), la Federación Agraria Argentina (FAA) y el Frente Agropecuario Nacional (FAN), se mostraron ayer (lunes 2) optimistas respectos de las medidas anunciadas por el titular del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Bernardo Cané, para combatir los brotes de fiebre aftosa que afectan a las principales regiones productoras de ganado para el consumo.

Mario Raiteri, presidente de Coninagro, –aunque se mostró cauteloso– respaldó la decisión de iniciar un programa riguroso que implique la vacunación rápida y masiva de toda la hacienda nacional.

En tanto, el titular Carbap, Dardo Chiesa, dijo estar de acuerdo con el plazo de cuatro años previstos para controlar la enfermedad, y advirtió que “la próxima vez que se decida dejar de vacunar debe reflexionarse bien, no podemos dar un salto al vacío, porque la Argentina no resistirá otro golpe como éste”.
Por su parte, Eduardo Buzzi, titular de la FAA, se mostró esperanzado de lo que pueda hacer Cané y dijo que confía en que se encuentre una solución pronta al problema de la aftosa siempre y cuando el Senasa cuente con los recursos necesarios.

El presidente del FAN, Horacio Delguy, señaló –con cierto temor– que “(posiblemente) las nuevas medidas precipiten un nuevo atropello al bolsillo y a los derechos elementales del productor”, ya que el Senasa podría delegar funciones a organismos privados y perdería su naturaleza de policía sanitaria.

La confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), la Federación Agraria Argentina (FAA) y el Frente Agropecuario Nacional (FAN), se mostraron ayer (lunes 2) optimistas respectos de las medidas anunciadas por el titular del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), Bernardo Cané, para combatir los brotes de fiebre aftosa que afectan a las principales regiones productoras de ganado para el consumo.

Mario Raiteri, presidente de Coninagro, –aunque se mostró cauteloso– respaldó la decisión de iniciar un programa riguroso que implique la vacunación rápida y masiva de toda la hacienda nacional.

En tanto, el titular Carbap, Dardo Chiesa, dijo estar de acuerdo con el plazo de cuatro años previstos para controlar la enfermedad, y advirtió que “la próxima vez que se decida dejar de vacunar debe reflexionarse bien, no podemos dar un salto al vacío, porque la Argentina no resistirá otro golpe como éste”.
Por su parte, Eduardo Buzzi, titular de la FAA, se mostró esperanzado de lo que pueda hacer Cané y dijo que confía en que se encuentre una solución pronta al problema de la aftosa siempre y cuando el Senasa cuente con los recursos necesarios.

El presidente del FAN, Horacio Delguy, señaló –con cierto temor– que “(posiblemente) las nuevas medidas precipiten un nuevo atropello al bolsillo y a los derechos elementales del productor”, ya que el Senasa podría delegar funciones a organismos privados y perdería su naturaleza de policía sanitaria.

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