Aftosa: los productores critican a dirigentes y funcionarios

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La decisión de la OIE reavivó viejas polémicas sobre la situación sanitaria del ganado. Los productores afirman que el Senasa no reaccionó con celeridad.

Los productores pecuarios han reavivado su enojo ante la decisión de la OIE de modificar el status sanitario de la Argentina (Ver ” Aftosa: la calificación es para todo el país”).

Muestran su enojo tanto con sus dirigentes como con la funcionarios del gobierno nacional, es especial con las autoridades del Senasa.

Una declaración de Enrique Crotto al diario La Nación, en la que calificó de “fabulador” a un ingeniero agrónomo que denunció la aparición de brotes de aftosa en la pampa húmeda, provocó la reacción de los productores cuyos rodeos estaban en riesgo.

Aunque luego el dirigente negara sus palabras, la crítica de los ganaderos no dio marcha atrás; “Los dirigentes rurales no representan las inquietudes de los productores”, se quejó Carlos Cámpora Michel, productor que hace ocho meses envió una carta al secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, para pedirle la vacunación masiva de los rodeos.

Este ganadero, que es miembro del Frente Agropecuario Nacional, juzgó que la dirigencia de las demás entidades “se preocupa por acompañar la política de turno y el riesgo que eso conlleva es pasar de la complacencia a la complicidad”.

Por encima del desacuerdo con la operatoria del Senasa, desde el campo se quejan de la “desprotección” por parte de sus representantes; “Pretendieron ignorar la realidad mientras nosotros estábamos preocupados por la sanidad de nuestros rodeos”.

Recrimina al gobierno que “sólo estudia cómo zafar de la pérdida de status sanitario en lugar de priorizar el combate definitivo de la aftosa”.

Otro productor ganadero, Ricardo Palacios Hardy, opinó que “Se ha dado prioridad a la imagen internacional y a la supervivencia política antes que a los intereses de los productores” y señaló que, según su criterio,”Los dirigentes sólo miran el hoy y cuidan sus intereses. Tener una visión de futuro implica un compromiso más amplio”, sentenció.

La fiebre aftosa es una enfermedad infecciosa producida por un virus que lleva el mismo nombre; sumamente contagiosa, afecta a los animales de dos pezuñas (como vacunos, porcinos y ovinos), pero no afecta al hombre.

Según precisó el profesional, la enfermedad genera enormes pérdidas por disminución de la producción de carne y leche, debido a que provoca fiebre y lesiones destructivas; una vez avanzada, dificulta o impide la ingesta de alimentos y el traslado del animal.

En el campo aun nadie se arriesga a evaluar las pérdidas, tanto por exportación como por perjuicios tranqueras adentro, que provocará esta enfermedad. Entre los productores ya nadie niega su aparición y el retroceso que esto supone para el sector agropecuario argentino.

Los productores pecuarios han reavivado su enojo ante la decisión de la OIE de modificar el status sanitario de la Argentina (Ver ” Aftosa: la calificación es para todo el país”).

Muestran su enojo tanto con sus dirigentes como con la funcionarios del gobierno nacional, es especial con las autoridades del Senasa.

Una declaración de Enrique Crotto al diario La Nación, en la que calificó de “fabulador” a un ingeniero agrónomo que denunció la aparición de brotes de aftosa en la pampa húmeda, provocó la reacción de los productores cuyos rodeos estaban en riesgo.

Aunque luego el dirigente negara sus palabras, la crítica de los ganaderos no dio marcha atrás; “Los dirigentes rurales no representan las inquietudes de los productores”, se quejó Carlos Cámpora Michel, productor que hace ocho meses envió una carta al secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, para pedirle la vacunación masiva de los rodeos.

Este ganadero, que es miembro del Frente Agropecuario Nacional, juzgó que la dirigencia de las demás entidades “se preocupa por acompañar la política de turno y el riesgo que eso conlleva es pasar de la complacencia a la complicidad”.

Por encima del desacuerdo con la operatoria del Senasa, desde el campo se quejan de la “desprotección” por parte de sus representantes; “Pretendieron ignorar la realidad mientras nosotros estábamos preocupados por la sanidad de nuestros rodeos”.

Recrimina al gobierno que “sólo estudia cómo zafar de la pérdida de status sanitario en lugar de priorizar el combate definitivo de la aftosa”.

Otro productor ganadero, Ricardo Palacios Hardy, opinó que “Se ha dado prioridad a la imagen internacional y a la supervivencia política antes que a los intereses de los productores” y señaló que, según su criterio,”Los dirigentes sólo miran el hoy y cuidan sus intereses. Tener una visión de futuro implica un compromiso más amplio”, sentenció.

La fiebre aftosa es una enfermedad infecciosa producida por un virus que lleva el mismo nombre; sumamente contagiosa, afecta a los animales de dos pezuñas (como vacunos, porcinos y ovinos), pero no afecta al hombre.

Según precisó el profesional, la enfermedad genera enormes pérdidas por disminución de la producción de carne y leche, debido a que provoca fiebre y lesiones destructivas; una vez avanzada, dificulta o impide la ingesta de alimentos y el traslado del animal.

En el campo aun nadie se arriesga a evaluar las pérdidas, tanto por exportación como por perjuicios tranqueras adentro, que provocará esta enfermedad. Entre los productores ya nadie niega su aparición y el retroceso que esto supone para el sector agropecuario argentino.

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