Aftosa: continúan complicaciones
Brasil, contrariamente a lo comunicado el martes, decidió restringir sus compras. Chile, por el contrario y por ahora, seguirá comprando carne argentina.
Chile comunicó que seguirá comprando carne argentina aunque reforzará los controles fronterizos. La Consejería Agrícola de la Embajada de Chile despejó, ayer, las dudas generadas durante el fin de semana con las versiones que circularon respecto a que el país trasandino cerraría sus fronteras e la carne proveniente de Entre Ríos.
Brasil, por el contrario y como contrapartida a lo que había anunciado el martes próximo pasado, anunció que frenará las compras de carne originadas en Formosa, Entre Ríos y Corrientes.
Estados Unidos ratificó que extenderá sus restricciones, pese a las gestiones que realiza el gobierno en Washington.
Entre tanto, la Argentina debió responder las objeciones de la Oficina Internacional de Epizootias, la misma que –en mayo pasado– declaró al país libre de aftosa sin vacunación. El lunes pasado, el gobierno envío un documento en Base al que la OIE emitirá su dictamen sobre la situación de la Argentina.
Paraguay está instando a la reunión de los miembros del Mercosur para analizar la situación sanitaria de la región y cargan las culpas sobre la Argentina; el viceministro de Ganadería de ese país acusó a los funcionarios argentinos de instrumentar una “guerra periodística” sin haberse comunicado oficialmente con el gobierno paraguayo.
En tanto, la posible existencia de focos virales provoca diversas reacciones en distintos estratos del poder en el país; el bloque justicialista de la Cámara de Diputados, está estudiando la posibilidad de interpelar al secretario de Agricultura –Antonio Berhongaray–, algunas provincias responsabilizan al gobierno nacional por el recorte de fondos que podría haber producido un descuido de las zonas fronterizas y el ex presidente Menem realizó duras declaraciones (ver “PJ: endurece su interna”).
Las entidades rurales están creando redes solidarias para ayudar a los productores afectados por la inmovilidad de la hacienda y los exportadores de carne ponen la mirada en el redireccionamiento del volumen de carne que no podrá colocarse en los países del norte.
Chile comunicó que seguirá comprando carne argentina aunque reforzará los controles fronterizos. La Consejería Agrícola de la Embajada de Chile despejó, ayer, las dudas generadas durante el fin de semana con las versiones que circularon respecto a que el país trasandino cerraría sus fronteras e la carne proveniente de Entre Ríos.
Brasil, por el contrario y como contrapartida a lo que había anunciado el martes próximo pasado, anunció que frenará las compras de carne originadas en Formosa, Entre Ríos y Corrientes.
Estados Unidos ratificó que extenderá sus restricciones, pese a las gestiones que realiza el gobierno en Washington.
Entre tanto, la Argentina debió responder las objeciones de la Oficina Internacional de Epizootias, la misma que –en mayo pasado– declaró al país libre de aftosa sin vacunación. El lunes pasado, el gobierno envío un documento en Base al que la OIE emitirá su dictamen sobre la situación de la Argentina.
Paraguay está instando a la reunión de los miembros del Mercosur para analizar la situación sanitaria de la región y cargan las culpas sobre la Argentina; el viceministro de Ganadería de ese país acusó a los funcionarios argentinos de instrumentar una “guerra periodística” sin haberse comunicado oficialmente con el gobierno paraguayo.
En tanto, la posible existencia de focos virales provoca diversas reacciones en distintos estratos del poder en el país; el bloque justicialista de la Cámara de Diputados, está estudiando la posibilidad de interpelar al secretario de Agricultura –Antonio Berhongaray–, algunas provincias responsabilizan al gobierno nacional por el recorte de fondos que podría haber producido un descuido de las zonas fronterizas y el ex presidente Menem realizó duras declaraciones (ver “PJ: endurece su interna”).
Las entidades rurales están creando redes solidarias para ayudar a los productores afectados por la inmovilidad de la hacienda y los exportadores de carne ponen la mirada en el redireccionamiento del volumen de carne que no podrá colocarse en los países del norte.
