Aerolíneas: el Gobierno analiza licitar las rutas

Cavallo dijo que "probablemente" el Estado tenga que intimar a la empresa para que cumpla con los servicios internacionales suspendidos, y que de lo contrario esas rutas podrían ser otorgadas a otras empresas.

8 junio, 2001

(NA). – El Gobierno analiza licitar las rutas internacionales que suspendió Aerolíneas Argentinas y hasta que se tome la decisión al respecto podría intimar a la compañía a
cumplir con esos vuelos, según aseguró anoche (jueves 7) el ministro de Economía, Domingo Cavallo.

Aerolíneas anunció el miércoles la suspensión de vuelos a Nueva York, Miami, Sidney, Auckland, Río de Janeiro, San Pablo y Los Angeles, una decisión que despertó la ira de los gremios aeronáuticos, que volvieron a marchar ayer hacia Aeroparque para reclamar la reestatización de la compañía.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, calificó de “muy grave” la situación de Aerolíneas, dejó abierta la posibilidad de quiebra y ratificó que el Estado no puede
hacerse cargo de la empresa.

Además, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, recordó que “el gran patrimonio remanente” de Aerolíneas “no es propiedad” de la Sepi española, “sino del Estado argentino y sus trabajadores”.

En tanto, la subsecretaria de Transporte Aerocomercial, Marina Donato, opinó que la crisis que sufre Aerolíneas “tiene una sola salida, que es un acuerdo a nivel político” entre los gobiernos argentino y español.

Pero la definición más fuerte provino de Cavallo, quien dijo que “probablemente” el Estado tenga que intimar a la empresa Aerolíneas para que cumpla con los servicios internacionales suspendidos, y admitió que de lo contrario esas rutas podrían licitarse y ser otorgadas a otras empresas.

El ministro consideró que la intimación “probablemente se haga cuando haya evidencias de que se están afectando las prestaciones”, en declaraciones formuladas durante un agasajo que el Palacio de Hacienda le hizo a los periodistas en su día.

Cavallo recordó que “hay varias aerolíneas de bandera y eso es lo que la gente tiene que advertir, empezando por los trabajadores de Aerolíneas y los propios accionistas”.

El ministro señaló que las empresas Lapa, Dinard o Southern Winds, que operan el servicio de cabotaje, “también son líneas de bandera y el Gobierno tiene la misma responsabilidad respecto de todas, en especial con los usuarios y los servicios”.

Cavallo advirtió que “a nadie se le va a dar privilegio, ni al personal ni a los que tienen que cumplir con la concesión”.

El ministro sostuvo que el Estado “podría licitar las líneas que se dejen de operar, si es que la concesionaria actual pierde la posibilidad de brindar esos servicios”.

En tanto, los gremios aeronáuticos salieron a reclamar la reestatización de la compañía, en el marco de una marcha a aeroparque que contó con la adhesión de agrupaciones políticas de izquierda y de la Central de Trabajadores Argentinos, cuyo titular, Víctor De Gennaro, dijo que los trabajadores de Aerolíneas “no confían ni en la Sepi, ni en el gobierno español”.

Por otra parte, a la hora de evaluar la situación de la compañía, Donato –la subsecretaria de Transporte Aerocomercial– dijo que la situación es “crítica, en el primer trimestre arrojó
un déficit operativo de US$ 67 millones, y por eso la única salida que queda es a nivel político. Por las implicancias que el caso tomó en los últimos días, debe buscarse una solución entre el gobierno argentino y español”.

Indicó que se necesitan US$ 600 millones “para que empecemos a hablar del futuro de Aerolíneas Argentinas”, y a la vez consideró que “hacen falta no menos de tres meses para buscar una alternativa para los 6.500 empleados de la empresa y encontrar un nuevo inversor”.

La funcionaria sostuvo que la línea aérea “necesita mejorar su gerenciamiento y renegociar los contratos de trabajo que datan de la década del ´70, y además unificar a los siete sindicatos para lograr negociaciones más homogéneas”.

(NA). – El Gobierno analiza licitar las rutas internacionales que suspendió Aerolíneas Argentinas y hasta que se tome la decisión al respecto podría intimar a la compañía a
cumplir con esos vuelos, según aseguró anoche (jueves 7) el ministro de Economía, Domingo Cavallo.

Aerolíneas anunció el miércoles la suspensión de vuelos a Nueva York, Miami, Sidney, Auckland, Río de Janeiro, San Pablo y Los Angeles, una decisión que despertó la ira de los gremios aeronáuticos, que volvieron a marchar ayer hacia Aeroparque para reclamar la reestatización de la compañía.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, calificó de “muy grave” la situación de Aerolíneas, dejó abierta la posibilidad de quiebra y ratificó que el Estado no puede
hacerse cargo de la empresa.

Además, el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, recordó que “el gran patrimonio remanente” de Aerolíneas “no es propiedad” de la Sepi española, “sino del Estado argentino y sus trabajadores”.

En tanto, la subsecretaria de Transporte Aerocomercial, Marina Donato, opinó que la crisis que sufre Aerolíneas “tiene una sola salida, que es un acuerdo a nivel político” entre los gobiernos argentino y español.

Pero la definición más fuerte provino de Cavallo, quien dijo que “probablemente” el Estado tenga que intimar a la empresa Aerolíneas para que cumpla con los servicios internacionales suspendidos, y admitió que de lo contrario esas rutas podrían licitarse y ser otorgadas a otras empresas.

El ministro consideró que la intimación “probablemente se haga cuando haya evidencias de que se están afectando las prestaciones”, en declaraciones formuladas durante un agasajo que el Palacio de Hacienda le hizo a los periodistas en su día.

Cavallo recordó que “hay varias aerolíneas de bandera y eso es lo que la gente tiene que advertir, empezando por los trabajadores de Aerolíneas y los propios accionistas”.

El ministro señaló que las empresas Lapa, Dinard o Southern Winds, que operan el servicio de cabotaje, “también son líneas de bandera y el Gobierno tiene la misma responsabilidad respecto de todas, en especial con los usuarios y los servicios”.

Cavallo advirtió que “a nadie se le va a dar privilegio, ni al personal ni a los que tienen que cumplir con la concesión”.

El ministro sostuvo que el Estado “podría licitar las líneas que se dejen de operar, si es que la concesionaria actual pierde la posibilidad de brindar esos servicios”.

En tanto, los gremios aeronáuticos salieron a reclamar la reestatización de la compañía, en el marco de una marcha a aeroparque que contó con la adhesión de agrupaciones políticas de izquierda y de la Central de Trabajadores Argentinos, cuyo titular, Víctor De Gennaro, dijo que los trabajadores de Aerolíneas “no confían ni en la Sepi, ni en el gobierno español”.

Por otra parte, a la hora de evaluar la situación de la compañía, Donato –la subsecretaria de Transporte Aerocomercial– dijo que la situación es “crítica, en el primer trimestre arrojó
un déficit operativo de US$ 67 millones, y por eso la única salida que queda es a nivel político. Por las implicancias que el caso tomó en los últimos días, debe buscarse una solución entre el gobierno argentino y español”.

Indicó que se necesitan US$ 600 millones “para que empecemos a hablar del futuro de Aerolíneas Argentinas”, y a la vez consideró que “hacen falta no menos de tres meses para buscar una alternativa para los 6.500 empleados de la empresa y encontrar un nuevo inversor”.

La funcionaria sostuvo que la línea aérea “necesita mejorar su gerenciamiento y renegociar los contratos de trabajo que datan de la década del ´70, y además unificar a los siete sindicatos para lograr negociaciones más homogéneas”.

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