Adiós retenciones móviles. Ahora, se barajan cambios en el gabinete

Las alícuotas vuelven al valor del 10 de marzo. Pero los fundamentos suenan una proclama política y hacen temer que la presidente no admite haber perdido en el senado. Néstor Kirchner se llamó a silencio y Alberto Fernández pide cambios.

19 julio, 2008

<p>La reciente reuni&oacute;n del viernes con 135 legisladores todav&iacute;a fieles a Cristina Fern&aacute;ndez (no necesariamente a su esposo) fue un gesto para hacer creer que la presidente no se siente derrotada. Pero, en verdad, parec&iacute;a una operaci&oacute;n para apuntalar a Miguel Picchetto (R&iacute;o Negro), cuyas agresiones contra el vicepresidente Julio Cobos lo pusieron al borde de perder la jefatura de un bloque ya achicado.</p>
<p>A punto tal que, este fin de semana, se esperaba que fuese reemplazado por el santafecino Agust&iacute;n Rossi, m&aacute;s conciliador. En el otro extremo del espectro, los radicales &ndash;particularmente los mendocinos- no saben qu&eacute; hacer con Gerardo Morales. Mostrando tan poca cintura como la presidente, el jefe de la UCR ortodoxa censur&oacute; al vicepresidente por pedir que se levanten las duras sanciones a todos los radicales K. Algunos dirigentes del conurbano los llaman ahora &ldquo;radicales C&rdquo;, por Cobos.</p>
<p>En otro plano, el microcentro, algunos diplom&aacute;ticos y parte de la dirigencia empresaria no rural tienen una impresi&oacute;n com&uacute;n: el paso al costado de N&eacute;stor K quiz&aacute; se relacione con cambios paulatinos en el gabinete federal. Su jefe, Alberto Fern&aacute;ndez, ya tiene redactada la dimisi&oacute;n. Otro ministro, Julio de Vido, resistir&aacute; un poco m&aacute;s, junto con los secretarios de comercio y transportes.</p>
<p>Mientras Daniel Scioli, que habla con Eduardo Duhalde busca enfriar el clima y toma distancia del matrimonio santacruce&ntilde;o, Aguirre llama a reflexionar a los K sensatos. Otro legislador, Armando D&iacute;az Bancalari, admite que N&eacute;stor K. estaba equivocado. Por otro lado, no existe una oposici&oacute;n org&aacute;nica, el campo vuelve a dividirse (Federaci&oacute;n Agraria tiene poco en com&uacute;n con Carbap o Sociedad Rural) y el justicialismo est&aacute; dividido.<br />
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