A un año de la renuncia de Alvarez

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El alejamiento de Chacho de la vicepresidencia marcó un punto de inflexión para la vida de la Alianza, e inició una espiral de desconfianza por parte de los inversores hacia la Argentina.

(NA). – El inicio del resquebrajamiento de la Alianza gobernante tras la renuncia de Carlos Alvarez a la vicepresidencia encendió la primera señal de alarma entre los inversores externos, porque representó el primer indicio de debilitamiento político para el presidente Fernando de la Rúa y creó un gran escollo para avanzar en la reformas económicas.

A partir de ese momento, el establishment comenzó a convencerse de que el Gobierno no iba a tener el poder político necesario para aplicar las medidas que permitieran el resurgimiento de la actividad económica.

Sucedía que, ante una oposición todavía desmembrada, el casi excluyente meridiano del poder pasaba por la unidad de la UCR y el Frepaso.

El riesgo país, que por esos días se ubicaba en torno a los 600 puntos, pero al que nadie le daba importancia, comenzaba a moverse y terminó de catapultarse pocos meses más tarde con las renuncias de Machinea y Ricardo López Murphy, cuando Domingo Cavallo llegó
con su proyecto de ampliar la Convertibilidad.

La Bolsa de Comercio cayó por seis ruedas consecutivas y se registraron, luego de bastante tiempo, los primeros trasvases de posiciones en pesos a dólares.

El 7 de octubre del año pasado, Daniel Marx advertía que los inversores se encontraban muy preocupados por la situación política.

Un año después de la renuncia de Alvarez, el riesgo país orilla los 1.900 puntos, se registra una fuerte incertidumbre económica y nunca dejó de estar en tela de juicio la verdadera fortaleza política del Presidente de la Nación.

Desde la renuncia de Alvarez el riesgo país no dejó de subir hasta alcanzar niveles records. Además, tras obtener un blindaje financiero sobre fines del 2000, Machinea no pudo dar signos de reactivación de la economía, y debió alejarse el 2 de marzo de 2001 en medio de fuertes tironeos en el gobierno.

De la Rúa trasladó entonces a López Murphy de Defensa a Economía, pero el hombre de la Fundación Fiel, de larga filiación radical, no pudo resistir ni tres semanas, porque su plan de ajuste fue rotundamente rechazado por todas las fuerzas de la Alianza.

Ahí llegó el turno de Cavallo, quien arrancó con la promesa de reactivar la economía, pero luego comenzó a sufrir un tropiezo tras otro hasta que se acercó peligrosamente a la posibilidad de cesación de pagos.

A pesar del megacanje y del acuerdo con el FMI, el convencimiento de los inversores de que la Argentina carecía de la fortaleza política para ir a fondo con los planes de ajuste,
impidió frenar la suba del riesgo país y de las tasas de interés.

La creciente incertidumbre, según los analistas, volvió a ser otro motivo para impedir la salida de la recesión que hoy se aproxima a los cuatro años de instalada en el país.

A un año de la partida de Alvarez, el mundo de las finanzas está convencido de que el Gobierno fue incapaz de reemplazar a la Alianza con el Frepaso por otra que incluyera a sectores más liberales alineados con Cavallo.

Y esa carencia de fortaleza política es la que le está jugando en contra a un gobierno que no logra dar en la tecla para reanimar la economía.

(NA). – El inicio del resquebrajamiento de la Alianza gobernante tras la renuncia de Carlos Alvarez a la vicepresidencia encendió la primera señal de alarma entre los inversores externos, porque representó el primer indicio de debilitamiento político para el presidente Fernando de la Rúa y creó un gran escollo para avanzar en la reformas económicas.

A partir de ese momento, el establishment comenzó a convencerse de que el Gobierno no iba a tener el poder político necesario para aplicar las medidas que permitieran el resurgimiento de la actividad económica.

Sucedía que, ante una oposición todavía desmembrada, el casi excluyente meridiano del poder pasaba por la unidad de la UCR y el Frepaso.

El riesgo país, que por esos días se ubicaba en torno a los 600 puntos, pero al que nadie le daba importancia, comenzaba a moverse y terminó de catapultarse pocos meses más tarde con las renuncias de Machinea y Ricardo López Murphy, cuando Domingo Cavallo llegó
con su proyecto de ampliar la Convertibilidad.

La Bolsa de Comercio cayó por seis ruedas consecutivas y se registraron, luego de bastante tiempo, los primeros trasvases de posiciones en pesos a dólares.

El 7 de octubre del año pasado, Daniel Marx advertía que los inversores se encontraban muy preocupados por la situación política.

Un año después de la renuncia de Alvarez, el riesgo país orilla los 1.900 puntos, se registra una fuerte incertidumbre económica y nunca dejó de estar en tela de juicio la verdadera fortaleza política del Presidente de la Nación.

Desde la renuncia de Alvarez el riesgo país no dejó de subir hasta alcanzar niveles records. Además, tras obtener un blindaje financiero sobre fines del 2000, Machinea no pudo dar signos de reactivación de la economía, y debió alejarse el 2 de marzo de 2001 en medio de fuertes tironeos en el gobierno.

De la Rúa trasladó entonces a López Murphy de Defensa a Economía, pero el hombre de la Fundación Fiel, de larga filiación radical, no pudo resistir ni tres semanas, porque su plan de ajuste fue rotundamente rechazado por todas las fuerzas de la Alianza.

Ahí llegó el turno de Cavallo, quien arrancó con la promesa de reactivar la economía, pero luego comenzó a sufrir un tropiezo tras otro hasta que se acercó peligrosamente a la posibilidad de cesación de pagos.

A pesar del megacanje y del acuerdo con el FMI, el convencimiento de los inversores de que la Argentina carecía de la fortaleza política para ir a fondo con los planes de ajuste,
impidió frenar la suba del riesgo país y de las tasas de interés.

La creciente incertidumbre, según los analistas, volvió a ser otro motivo para impedir la salida de la recesión que hoy se aproxima a los cuatro años de instalada en el país.

A un año de la partida de Alvarez, el mundo de las finanzas está convencido de que el Gobierno fue incapaz de reemplazar a la Alianza con el Frepaso por otra que incluyera a sectores más liberales alineados con Cavallo.

Y esa carencia de fortaleza política es la que le está jugando en contra a un gobierno que no logra dar en la tecla para reanimar la economía.

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