83 años de historia de la Hermandad Musulmana
Esta fraternidad data de 1928. Fue creada en el Egipto de los Faruk, dinastía impuesta por Londres en 1882. Ese nexo explica que la monarquía la tolerase hasta su caída, en 1952, cuando fue declarada ilegal por Mohammed Naghib y Gamal Abdel Nasser.
11 febrero, 2011
<p>Más tarde, el país y la hermandad siguieron el camino de muchos estados árabes y se mimetizaron en regímenes autoritarios, teocráticos, etc. En Egipto y Saudiarabia, sus militantes eran perseguidos, detenidos, condenados y ejecutados. Naturalmente, ya en los años 70, la organización fue fanatizándose y haciéndose cada vez más violenta.<br />
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Sus objetivos solían ser empresas, oficinas, ejecutivos occidentales y soviéticos. ¿Por qué éstos? Porque la entidad buscaba instaurar la Shariyá (ley coránica) y rechazaba el comunismo ateo. Curiosamente, el asesinato público del tercer rais –Anwar al-Sadat-, en 1981, no fue obra de sus sicarios.<br />
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En los últimos decenios, tras haber renunciado al uso de las armas, la hermandad pasó a una especie de limbo. El gobierno egipcio continuó sin reconocerla oficialmente y no le permite establecerse como partido político aunque, según sondeos independientes, obtendría 20% del voto en elecciones limpias, como lo hizo en la última elección presidencial el partido que los representaba. En otro plano, El Cairo la dejó armar una eficaz red asistencial compuesta de escuelas, dispensarios, sociedades benéficas y ayuda legal.<br />
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En un giro copernicano, cuando Hosni Mubarak privatizó el sistema médico –un dislate-, la HM se convirtió en un “estado de bienestar” informal, tomando elementos de los modelos libio e israelí. Pese a que emplea los servicios de la entidad, el cuarto rais aprovecha sus obras de caridad y asistencia social. Por ejemplo, esos dromedarios que recorrían plaza Tahir eran ambulancias de la HM.<br />
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Obviamente, la organización goza de amplio consenso entre la población, cristianos inclusive. Por otra, parte su acción universitaria se imbrica en un renacimiento religioso que abarca varios países árabes. Finalmente, una transición democrática sin partidos islámicos resulta inconcebible, detalle que Occidente y en particular EE.UU. no tienen en cuenta.</p>
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