Una nueva edición del Informe Económico Mensual, que elabora el Departamento de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral, comienza señalando la drástica corrección del pronóstico del FMI respecto a enero de este 2020.
“Para América Latina redujo 5,2 puntos, sobre todo por los malos desempeños de las economías de mayor tamaño (Brasil, México y la Argentina). Todos estos pronósticos dependerán crucialmente de la evolución de la pandemia y de sus eventuales terapias. Por ahora, los escenarios del FMI de hace menos de un mes se están convalidando”, señala Juan J. Llach, uno de los autores del informe.
Llach destacó también una evidente crisis del multilateralismo: “desde la pasividad de la OMC hasta las polémicas en torno a la OMS, pasando por la patética inacción del G20 ante la (posiblemente) peor crisis de la economía global en mucho tiempo. Esto último contrasta con la decisiva y exitosa intervención del G20 para salir de la Gran Recesión del 2008”, diferenció Llach.
Respecto a nuestro país, Llach admite que “No es fácil decir qué debería hacer la Argentina, pero sí está bien claro qué no debería hacer: reiterar el default de la deuda pública. Ello limitaría seriamente el crecimiento del país, ausente desde hace casi una década, y sin crecimiento se dificultan seriamente la lucha contra la pobreza y por una mejor distribución del ingreso” cerró su editorial.
La macro economía en el núcleo de la pandemia
Por su parte, Eduardo Luis Fracchia señala: “El gobierno en estos momentos tiene el frente de la pandemia y la negociación de la deuda, en un contexto internacional incierto marcado por la presencia de una bandada de cisnes negros en el sentido de quien popularizó el término, Nassim Taleb.”
Y agrega: “El gobierno tiene un paquete de apoyo fiscal acotado que se complementa con emisión, pero hay poca munición. Los países centrales están destinando mayores recursos, algunos de ellos suman 15% del PIB. Incluso en la región hay un compromiso de asistencia mayor, es la situación de Chile o Perú, por ejemplo. Es de sentido común que esta crisis nos encuentre con una dinámica económica muy precaria, fruto de los malos gobiernos de Cristina Fernández en la segunda etapa y de Macri. Un contexto de una década de estanflación. Si bien se avanzó mucho en el frente fiscal con un déficit primario de 0.9% en 2019, se estima un incremento muy importante durante el año 2020”.
Respecto a las variables macro Fracchia también señala que se percibe gran incertidumbre: “El Producto puede caer entre 6 y 8% este año, y es muy preliminar hacer pronósticos porque, dada la evolución de la enfermedad, no sabemos cómo serán las cuarentenas hasta septiembre”.
Por el lado monetario, Fracchia destaca la preocupación por la ya comenzada y relevante emisión: “En marzo y abril la base monetaria crece al 40% mensual. No hay crédito externo, tenemos pocas reservas y la reducción del gasto público es prácticamente imposible. Esta emisión, si bien estamos en un contexto recesivo que parecería deflacionario, va a ir a precios. El consenso es que tendríamos una inflación superior a 60% anual y no se espera un alza desproporcionaba de precios.”
Fracchia también señala la heterogeneidad del nivel de actividad según el sector: “El campo está en una fase de buena cosecha, esto a pesar de una baja en el precio de las materias primas. La UIA estima que el sector industrial está a un nivel de 20% en el uso de capacidad instalda, este número era de 45% durante Duhalde como Presidente en el año 2002”, comparó. Agregó que “Hay sectores que piden reducción de impuestos para que sea mas llevadera esta transición”.
Respecto al impuesto Patria señala: “Sin dudas, es un impuesto conflictivo que puede dañar el proceso de inversión del país la cual actualmente es una variable muy retraida. Es necesario dar señales proinversión”.
Eduardo L. Fracchia advierte que si bien la gestión de la pandemia ha generado un proceso de aumento de la popularidad del Presidente (lo cual es análogo a lo ocurrido en otros países donde la población cierra filas con el líder) y consenso entre gobernadores que le brindan apoyo explícito en su estrategia sanitaria, la cuestión económica es criticada desde varios espacios, proponiendo que haya mayor flexibilización de la cuarentena. “La tensión entre la visión sanitaria y la económica, que no debe ser tal, es una constante durante todas estas semanas y va a ir creciendo conforme la recesión sea mayor y las necesidades de recuperar ingresos sean más acuciantes.” señala Fracchia. Agrega además que “Sería deseable que el Congreso y que el Poder Judicial trabajen a pleno, son actividades esenciales y en otros países esto funciona normalmente”.
En lo que se refiere a la política exterior, Frachia comenta: “No parece prudente aislarse del Mercosur, en conversaciones con otros países en torno a tratados de libre comercio. Hay que superar las distancias ideológicas con Bolsonaro y mirar a mayor plazo. El Mercosur es un proyecto común desde mediados de la década de 1980 y hay que fortalecerlo.