Rocket Lab concretó el lanzamiento exitoso del satélite de observación terrestre Gen-3 para BlackSky, empresa con sede en Virginia, Estados Unidos. La misión, denominada Full Stream Ahead, desde el complejo de lanzamiento ubicado en Nueva Zelanda, a bordo del cohete Electron.
El satélite fue colocado en una órbita circular a 470 kilómetros sobre la Tierra, donde reforzará la constelación de BlackSky. Esta red satelital provee imágenes de alta resolución y análisis geoespaciales potenciados por inteligencia artificial, orientados a operaciones de inteligencia en tiempo real. Según informó la compañía, este lanzamiento constituye el segundo de cuatro previstos para 2025 y representa el décimo vuelo total del cohete Electron para BlackSky, consolidándolo como el lanzador más utilizado en la campaña de despliegue.
El cohete Electron, de 18 metros de altura, está diseñado para el lanzamiento de satélites pequeños y se ha convertido en un pilar dentro del sector espacial comercial. El satélite Gen-3 que transporta permitirá mejorar la capacidad de BlackSky para entregar información geoespacial rápida, un servicio de creciente demanda en ámbitos humanitarios, comerciales y militares.
Crecimiento de operaciones y capacidad tecnológica
Este lanzamiento marcó la séptima misión de Rocket Lab en lo que va del año y el vuelo número 65 en total para la compañía. Estos datos evidencian la creciente relevancia de los lanzadores pequeños en la provisión de servicios a clientes comerciales en órbita terrestre baja.
Rocket Lab también se encuentra desarrollando un cohete de mayor tamaño llamado Neutron, con un primer lanzamiento previsto para finales de 2025. Este vehículo está pensado para misiones de carga media y vuelos humanos potenciales, con un diseño parcialmente reutilizable que apunta a optimizar costos y eficiencia en el sector.
Paralelamente, la empresa está probando una variante suborbital del Electron, denominada HASTE, destinada a ensayos de vehículos hipersónicos. Este desarrollo refleja la diversificación tecnológica de la compañía para responder a distintas necesidades del mercado espacial.
Impacto en el mercado espacial comercial
Con estas operaciones consecutivas y la ampliación de su flota, Rocket Lab se posiciona dentro de la industria espacial privada en evolución. La compañía destaca que el satélite Gen-3 «impulsará las capacidades geoespaciales potenciadas por inteligencia artificial de BlackSky», subrayando la importancia de esta tecnología en la observación terrestre.
Este avance se suma a la tendencia creciente de servicios espaciales comerciales que ofrecen datos en tiempo real para diversas aplicaciones, que van desde la gestión de desastres hasta la seguridad nacional.
La consolidación de la constelación satelital de BlackSky a través de lanzamientos regulares contribuirá a la ampliación de servicios basados en análisis geoespaciales con inteligencia artificial. Este tipo de datos es vital para la toma de decisiones rápidas en contextos complejos, como crisis humanitarias o eventos de seguridad.
Por su parte, el desarrollo del cohete Neutron y la variante HASTE indican la orientación de Rocket Lab hacia la diversificación y el escalamiento de sus capacidades. El primer lanzamiento de Neutron se considera un hito que podría abrir nuevas oportunidades en el transporte espacial, incluyendo la posibilidad de vuelos con tripulación.