Usar o no usar barbijo

Algunos países lo usan. Otros no. ¿Dónde está la razón?

26 marzo, 2020

Desde comienzos de la epidemia el consejo oficial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido claro: solo dos tipos de personas deberían usar barbijo: los que están enfermos y muestran signos y los que están cuidando a personas sospechadas de tener el virus.

 

Nadie más necesita usar barbijo y hay varias razones para eso.

 

Una razón es que la máscara no es considerada una protección confiable, dado que las investigaciones actuales muestran que el virus se propaga por gotitas y contacto con superficies contaminadas. De manera que el barbijo podría protegernos, pero solo en determinadas situaciones como cuando estamos cerca de otras personas y una de ellas podría estornudar o toser cerca de nuestros rostros.

 

Retirar un barbijo requiere especial atención para evitar contaminar la mano y también podría dar una falsa sensación de seguridad.

 

Sin embargo, en algunas partes de Asia todo el mundo usa mascarilla. Se lo considera más seguro y más considerado con los demás. El supuesto es que cualquier podría ser portador de virus, hasta los aparentemente sanos. Por eso, por solidaridad, uno debe proteger a los demás de uno mismo. En algunas partes de china hasta uno podría ser arrestado por no usar barbijo.

 

Una de las grandes diferencias entre los países de Oriente y los de Occidente es que los primeros ya han experimentado contagio y el recuerdo de aquellas oportunidades permanece fresco y doloroso.

 

El barbijo como guiño social

 

Algunos dicen que el uso generalizado del barbijo es un recordatorio visual de los peligros del virus y que puede actuar como una especie de guiño social en señal de que uno y los demás cuidan todos lo higiene personal.

 

“Ponerse la mascarilla todos los días antes de salir es como un ritual, como ponerse un uniforme y, como en toda conducta ritual uno siente que debe comportarse de acuerdo con el uniforme que lleva puesto, que es una conducta más higiénica, como no tocarse la cara o evitar lugares concurridos y practicar el aislamiento social”, dice Donald Low, un economista conductista y profesor en la Universidad de Hong Kong.

 

Además, está la idea de que todo cuenta en esta guerra que el mundo está librando contra el virus.

 

“No podemos decir si el barbijo es ineficaz, pero suponemos que tiene algún efecto porque esa es la protección que se les da a los trabajadores de la salud”, dice Benjamin Cowling, epidemiólogo de la Universidad de Hong Kong. “Creemos que si todo el mundo usa barbijo algún efecto va a tener eso en la transmisión pública, y en este momento aceptamos cualquier medida que pueda reducir la transmisión”.

 

 

 

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