La Argentina perdió la reducción del spread
Comienza a preocupar el cuadro fiscal. Inquietud por la suba del riesgo país y el mayor gasto. De la Rúa asegura que proviene de mayores intereses de la deuda y no del aumento del gasto corriente.
Según los datos surgido del EMBI Argentina, luego de cinco días de subas consecutivas del riesgo país la Argentina perdió la reducción del spread que había registrado en las dos semanas anteriores.
El incremento en 25 puntos básicos ha generado preocupación entre los analistas consultados por el diario BAE quienes señalaron que el salto del déficit de enero, que llegó a $942 millones, encendió una luz de alerta porque no se explica sólo por los mayores intereses: lo que verdaderamente alarma es la suba del gasto primario, que ya comenzó a ser monitoreada por las calificadoras de riesgo.
Representantes de Standard & Poor s reiteraron que el problema de fondo de la Argentina sigue siendo fiscal.
Los analistas dudan que mejore el escenario este mes, por cuanto no se cumplirían las expectativas de aumento en la recaudación que alentó el equipo económico.
El aumento de 75% en el déficit de enero equivale a un incremento de $ 404 millones de pesos respecto del nivel que se había registrado en enero del año pasado.
En diciembre pasado, el Gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional una pauta de déficit fiscal de US$ 2.100 millones para el primer trimestre del año y de US$ 6.500 millones para todo el 2001.
A cambio de este nuevo plan fiscal, la Argentina recibió un “blindaje” financiero de casi US$ 39.700 millones ; en ese paquete participaron, además del FMI, otros organismos multilaterales, la banca nacional y extranjera, fondos de pensiones locales y el gobierno de España.
El razonamiento que impulsó este nuevo acuerdo fue que la mayor holgura fiscal ,combinada con la mayor certidumbre financiera ofrecida por el blindaje, le permitiría al Gobierno recuperar el crecimiento económico, mejorar sus niveles de recaudación y mejorar la situación de las cuentas públicas, de manera de llegar al equilibrio fiscal en el año 2005.
Fue por eso que el aparente desborde del déficit fiscal de enero generó preocupación adentro y afuera del Gobierno: cualquier desvío de las metas fiscales pondría en peligro todo el esquema económico que se armó alrededor del blindaje.
Con el fin de desalentar los temores, el presidente De la Rúa afirmó que el aumento del déficit se debió a los mayores intereses de la deuda y dio garantías de que no está aumentando el gasto corriente.
Según los datos surgido del EMBI Argentina, luego de cinco días de subas consecutivas del riesgo país la Argentina perdió la reducción del spread que había registrado en las dos semanas anteriores.
El incremento en 25 puntos básicos ha generado preocupación entre los analistas consultados por el diario BAE quienes señalaron que el salto del déficit de enero, que llegó a $942 millones, encendió una luz de alerta porque no se explica sólo por los mayores intereses: lo que verdaderamente alarma es la suba del gasto primario, que ya comenzó a ser monitoreada por las calificadoras de riesgo.
Representantes de Standard & Poor s reiteraron que el problema de fondo de la Argentina sigue siendo fiscal.
Los analistas dudan que mejore el escenario este mes, por cuanto no se cumplirían las expectativas de aumento en la recaudación que alentó el equipo económico.
El aumento de 75% en el déficit de enero equivale a un incremento de $ 404 millones de pesos respecto del nivel que se había registrado en enero del año pasado.
En diciembre pasado, el Gobierno acordó con el Fondo Monetario Internacional una pauta de déficit fiscal de US$ 2.100 millones para el primer trimestre del año y de US$ 6.500 millones para todo el 2001.
A cambio de este nuevo plan fiscal, la Argentina recibió un “blindaje” financiero de casi US$ 39.700 millones ; en ese paquete participaron, además del FMI, otros organismos multilaterales, la banca nacional y extranjera, fondos de pensiones locales y el gobierno de España.
El razonamiento que impulsó este nuevo acuerdo fue que la mayor holgura fiscal ,combinada con la mayor certidumbre financiera ofrecida por el blindaje, le permitiría al Gobierno recuperar el crecimiento económico, mejorar sus niveles de recaudación y mejorar la situación de las cuentas públicas, de manera de llegar al equilibrio fiscal en el año 2005.
Fue por eso que el aparente desborde del déficit fiscal de enero generó preocupación adentro y afuera del Gobierno: cualquier desvío de las metas fiscales pondría en peligro todo el esquema económico que se armó alrededor del blindaje.
Con el fin de desalentar los temores, el presidente De la Rúa afirmó que el aumento del déficit se debió a los mayores intereses de la deuda y dio garantías de que no está aumentando el gasto corriente.
