<p>En un giro significativo, altos funcionarios de la Casa Blanca y el Tesoro creen poder estirar cuanto queda de los US$ 700.000 millones del rescate inicial. En realidad, los aumentarán canjeando por acciones los fondos ya otorgados a los diecinueve mayores bancos de Estados Unidos. <br />
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Se trata, claro, de las entidades sometidas a pruebas ácidas (“stress tests”). En una, Citigroup, el fisco ya controla 36% del paquete. Esta decisión implica capitalizar la ayuda federal y, por ende, elevar el grado de estatización del sistema privado.<br />
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A primera vista, la opción parece una forma fácil y rápida de eludir un choque con los líderes del Congreso tanto demócratas como republicanos. En general, muchos legisladores son renuentes a entregar más dinero del contribuyente a los bancos privados. No obstante, varios expertos temen que sea una “estatización por la puerta trasera”, pues el gobierno es accionista fuerte o dominante en varios bancos relevantes. <br />
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Cada conversión de ese tipo forzará al Estado (o sea al gobierno federal) a decidir cómo emplear sus considerables derechos de voto y veto en las juntas directivas. Esto no reduce el riesgo para los contribuyentes, pues no existe manera de saber cuánto valdrán las acciones ordinarias al momento de venderlas en plaza.<br />
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Expertos de Hacienda estiman en alrededor de US$ 135.000 millones el remanente del primer megarrescate (octubre). Pero los principales diecinueve bancos probablemente necesiten mucho más, para absorber malas hipotecas y otros activos tóxicos. El proyecto presupuestario 2010/11 alude a US$ 250.000 millones en gastos adicionales para sostener las entidades financieras. El monto final tal vez se triplique a US$ 750.000 millones y el poder ejecutivo no podrá entonces eludir choques con el legislativo.</p>
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Cambio de acciones de los bancos aplastó Wall Street
Los máximos asesores del presidente Barack Obama resolvieron apuntalar el sistema bancario sin pedirle más fondos al Congreso, por ahora. Lo harán convirtiendo en acciones los aportes públicos. Wall Street reaccionó cayendo hasta 4,4%.