El informe “Acción climática a través de la vivienda y los asentamientos informales” de Hábitat para la Humanidad Internacional, difundido el 11 de noviembre de 2025 en San José, Costa Rica, examina el vínculo entre financiamiento climático y vivienda en países especialmente vulnerables al cambio climático.
De acuerdo con el análisis de 188 Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) bajo el Acuerdo de París, América Latina y el Caribe concentran más de la mitad de los países de mejor desempeño global en materia de vivienda. Cada NDC latinoamericana incluye, en promedio, 27 referencias a este tema, igualando el máximo mundial junto con África. Sin embargo, el acceso a recursos no acompaña el grado de compromiso: entre 2014 y 2023, la región recibió US$ 1.385 millones en financiamiento climático para vivienda, apenas el 22% del total global.
El informe destaca que Costa Rica se distingue por coherencia entre compromiso y financiamiento, mientras que Bahamas y Panamá, aunque priorizan la vivienda en sus políticas, solo recibieron US$ 0 y US$ 0,5 millones respectivamente. Argentina destinó US$ 31,8 millones a vivienda vinculada al clima. México y Perú figuran entre los principales receptores de financiamiento, aunque sus compromisos en las NDC se consideran moderados. Además, solo Bahamas, Panamá y Argentina mencionan explícitamente los asentamientos informales, pese a que más de 1.100 millones de personas viven en dichas condiciones a escala global, y 120 millones en la región.
En relación a la innovación, la organización resalta el proyecto Lekil’Na en México, que utiliza bloques hechos con residuos plásticos no reciclables y obtiene certificación EDGE del IFC, del Grupo Banco Mundial.
Patrick Canagasingham, director de Operaciones de Hábitat para la Humanidad Internacional, expresó: “Los hallazgos son claros: nuestras comunidades están asumiendo compromisos ambiciosos, pero los recursos no están llegando a los países y familias que más los necesitan”. Ernesto Castro, vicepresidente de Área para América Latina y el Caribe, agregó: “En Hábitat para la Humanidad sabemos que construir resiliencia empieza en casa”.
El informe concluye con un llamado a gobiernos, organismos multilaterales y sector privado para integrar la vivienda y los asentamientos informales en las políticas climáticas nacionales y reconocer su rol estratégico en resiliencia y desarrollo sostenible.












