Por Néstor García (*)
Una diferencia que nos permitió sortear las limitaciones que impuso e impone la coyuntura es que antes de la crisis de la pandemia hicimos una fuerte reconversión tecnológica, incorporando nuevas herramientas que en la actualidad nos permiten ofrecer soluciones a nuestros clientes para poder competir en un mercado más complejo, exigente e híper informado.
Particularmente este año las reformas impositivas y laborales, junto a la ley de inversiones conocida como RIGI, han demandado de parte de nuestros clientes una atención especial que pudimos abordar con nuestros equipos multidisciplinarios de abogados y profesionales de ciencias económicas especializado en negocios. También seguimos creciendo en el servicio de asesoría a través de distintas prácticas que permiten reducir costos, impulsar la transformación tecnológica, automatizar procesos y servicios relacionados con prevención, detección y respuesta ante conductas indebidas y fraudes, incluyendo la investigación de incidentes relacionados con ciberseguridad. En todos los casos la premisa siempre es la importancia de estar cerca del cliente para que nos considere sus socios naturales y estratégicos.
Entrenamiento para hacer frente a los cambios
Incorporar nuevas tecnologías requiere que nuestros planteles de profesionales tengan la capacidad y rapidez necesaria para adaptarse a los cambios no solo tecnológicos sino culturales, que son los que realmente impactan en la organización a partir de tener una mente abierta hacia la innovación continua, y que permiten aportar a los clientes toda nuestra experiencia y conocimiento. En otras palabras, hoy es preciso desarrollar una visión de los negocios de 360 grados para estar a la vanguardia de los cambios, siempre brindando los mejores servicios. En este momento, uno de los principales retos consiste en poner foco y utilizar las nuevas herramientas tecnológicas, como la inteligencia artificial, para mejorar en eficiencia y productividad. Y en ello trabajamos respaldados en los 260.000 profesionales de toda la red global de KPMG y también a través de alianzas estratégicas globales con grandes firmas mundiales, como Microsoft, Claroty, Google, Oracle, SAP e IBM, por citar algunos ejemplos, que nos posibilitan ofrecer una variedad de soluciones de cara a resolver en el menor tiempo posible los desafíos y oportunidades que aparecen todos los días y que nos obligan a modificar estrategias y tomar nuevas decisiones como líderes empresarios.
En ese proceso de transformaciones, tanto internas como hacia nuestros clientes, la capacitación y el entrenamiento permanente de los que formamos parte de KPMG resulta un tema prioritario, porque los nuevos conocimientos que permiten desarrollar e implementar aplicaciones tecnológicas son los que hacen posible consolidar los cambios que se han vuelto impostergables. Por todo ello, también es sustancial generar un clima de trabajo y de involucramiento positivo con la organización, apalancado en el sentido de pertenencia de todos los colaboradores, que facilite el cumplimiento de los objetivos e impulse los resultados económicos y financieros trazados para cada año. Por último, es fundamental prestar atención y comprender las nuevas demandas sociales en todo lo relacionado a cuestiones ambientales, sociales, y de gobierno corporativo (ESG) como parte integral de las operaciones del negocio y de las estrategias corporativas de largo plazo.
(*) Presidente y CEO de KPMG Argentina